Planes y confesiones

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El segundo día de clases llegó más rápido de lo que Himeko Suraimu y Kopi Kesshō esperaban. La mañana estaba llena de expectativas mientras los estudiantes de la clase 2-A se acomodaban en sus asientos, anticipando otra lección bajo la atenta mirada de Midoriya-sensei. Como siempre, Himeko llevaba su sudadera negra sobre el uniforme y sus auriculares colgando de su cuello, mientras que su pequeño slime se aferraba a su hombro como un fiel compañero.

Kopi, con su usual compostura, observaba atentamente cada detalle a su alrededor. Desde la forma en que los estudiantes se preparaban para la clase hasta la manera en que Midoriya-sensei escribía en la pizarra, todo capturaba su interés. Pero su mente estaba en otra cosa: el plan que habían discutido el día anterior.

Himeko, aunque distraída por sus propios pensamientos sobre Ryoji, no podía evitar sentir una chispa de emoción por lo que estaban a punto de hacer. La misión de shipear a Midoriya-sensei y Dynamight no era solo una forma de diversión; se había convertido en un reto personal, una manera de probar sus habilidades no solo como heroínas en entrenamiento, sino también como estrategas.

"Hoy es el día," susurró Kopi cuando Midoriya-sensei se dio la vuelta para comenzar la clase. "Dynamight tiene programada una visita para hablar sobre el trabajo de campo."

Himeko asintió, una sonrisa formándose en sus labios. "Es el momento perfecto para observarlos de cerca y buscar oportunidades."

Mientras Midoriya-sensei comenzaba su lección, el ambiente en la sala cambió súbitamente cuando la puerta se abrió de golpe. Bakugou, mejor conocido como Dynamight, entró con su habitual presencia imponente. Los estudiantes se enderezaron en sus asientos, algunos con nerviosismo, otros con admiración.

Dynamight lanzó una mirada rápida a la clase, sus ojos detenidos brevemente en Midoriya-sensei antes de mirar a los estudiantes. "Escuchen, mocosos," empezó, su voz firme resonando en la sala. "Hoy vamos a hablar de lo que realmente significa estar en el campo de batalla, y créanme, no es tan bonito como algunos podrían pensar."

Mientras Dynamight hablaba, Kopi y Himeko intercambiaron miradas cómplices. Había una tensión en el aire, una energía que parecía vibrar entre los dos héroes. Kopi, siempre astuta, notó la leve relajación en la postura de Dynamight cuando Midoriya-sensei intervenía para añadir algo a la discusión. Era sutil, pero estaba ahí, un pequeño indicio de que, a pesar de su actitud brusca, Dynamight respetaba y escuchaba a Midoriya-sensei más de lo que quería admitir.

La clase pasó en un abrir y cerrar de ojos, y pronto, los estudiantes comenzaron a dispersarse. Himeko y Kopi, sin embargo, no tenían prisa por irse. Se quedaron un poco atrás, observando cómo Dynamight y Midoriya-sensei hablaban en privado cerca de la pizarra. La conversación parecía tranquila, pero la intensidad en los ojos de Dynamight era inconfundible.

"¿Lo ves?" susurró Kopi, apenas conteniendo su entusiasmo. "Hay algo allí."

"Sí," murmuró Himeko, sus pensamientos divididos entre la misión y un nombre que seguía rondando su cabeza: Ryoji. Mientras observaba a los dos héroes, no podía evitar pensar en cómo sería confesarse a alguien. ¿Sería tan difícil como esto? ¿Podría reunir el valor para decírselo a Senku algún día?

De repente, Kopi rompió el silencio, con la misma sonrisa traviesa que Himeko había aprendido a reconocer. "Y hablando de confesiones, Himeko... ¿cuándo piensas hablar con Ryoji?"

Himeko casi saltó al escuchar el nombre, su slime en el hombro agitándose ligeramente como si reflejara su nerviosismo. "¡No digas eso tan fuerte!" respondió en un susurro, mirando alrededor con preocupación. Pero la sala estaba prácticamente vacía, salvo por Midoriya y Dynamight, que aún discutían en el frente.

Kopi rió suavemente, acercándose un poco más a su amiga. "Vamos, sabes que él también está interesado en ti. Siempre te ayuda con tus gadgets, y no es solo por ser amable."

Himeko se sonrojó, incapaz de negar la verdad en las palabras de Kopi. Era cierto que Ryoji siempre estaba dispuesto a ayudarla, especialmente cuando se trataba de sus slimes y las mejoras en su traje de héroe. Pero, a pesar de todo, la idea de acercarse a él de esa manera la llenaba de incertidumbre.

"Quizás... después de que completemos esta misión," respondió Himeko, tratando de desviar la conversación. "Tenemos mucho trabajo por delante si queremos hacer que esos dos se den cuenta de lo que sienten."

Kopi asintió, aceptando el cambio de tema, pero no sin antes dar una última estocada. "Está bien, pero no te creas que me olvido. Después de la misión, vas a tener que enfrentar tus propios sentimientos."

Con eso, las dos amigas salieron del salón, listas para el siguiente paso en su misión. Mientras caminaban por los pasillos de la U.A., Himeko no podía dejar de pensar en lo que Kopi había dicho. Quizás, después de todo, su misión no era solo unir a Midoriya-sensei y Dynamight, sino también encontrar el valor para enfrentarse a sus propios sentimientos.

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Misión: Midoriya-sensei x DynamightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora