──── ‧ 𔘓I'm not going

🦷🥛Unique

Bueno aquí íbamos, lo daría todo de si mismo para intentar llevar a Ni-ki al dentista.

Se había levantado una hora y media antes para así tener tiempo suficiente para los claramente fallidos intentos de no ir que tendrá ni-ki.

Heeseung seguía en la cama, esta vez a petición de este mismo quien la última vez él había sido el encargado de convencer al pequeño.

Lo cual cabe decir no salió nada bien, dando como resultado un Heeseung haciendo igual un berrinche como Ni-ki por no saber convencer a su cachorro.

Jake se dirige hacia la habitación de el Lee más pequeño. Abre la puerta y se acerca a la cama donde aún se encontraba durmiendo.

Acaricio suavemente su mejilla, realmente era adorable verlo dormir, era su más preciado tesoro.

—Ni-ki, pequeño es hora de despertar, recuerda hay que ir al dentista hoy—dijo mientras lo movía suavemente para despertarlo.

—Papi, no quiero ir—responde entre dormido todavía mientras hace un lindo puchero.

—Ni-ki, ¿Que hemos hablado?

—No quiero—contesta de vuelta, está vez tapándose por completo con su cobijas para asi evitar ser despertado.

Jake lo sabia, esa era su primer táctica.

Las sabanas de Riki son retiradas de un jalon, la luz se asoma por la ventana ahora abierta molestando al pequeño que de un salto se sienta en su cama.

—Ni-ki, no otra vez, te vas a quedar sin postre si sigues así.

—No me importa, es más feo ir al dentista—el pelinegro se cruza de brazos en aparente defensa de no querer moverse de ahí.

Realmente parecía que odiaba ir, tanto como para sacrificar su preciado postre.

Jake intenta jalar suavemente primero, una vez que ve que no se mueve procede a jalar con mas fuerza todo su cuerpo y el pequeño se aferraba a el edredon siendo arrastrado poco a poco.

Después de un tiempo este por fin es jalado y llevado en brazos como un bebé en cangurera hasta la sala.

Ni-ki intenta hacer su típico berrinche con pataletas y pucheros diciendo que realmente no quería ir, que lo detestaba.

Esa era su segunda táctica.

Heeseung ya se encontraba despierto viendo un poco graciosa la escena.

En un descuido de Jake, Riki estira sus bracitos y se afianza a un columna que sostenía la sala.

Se enreda en ella, escapándose de los brazos de Jake.

Oh, esa era la tercera y más efectiva. La última ves Heeseung había estado solo y no lo había logrado, faltando así a la cita.

Jake intenta de nuevo jalar del cuerpo del niño, pero este se aferraba con su vida a aquel poste, tal cual un mono.

—Heeseung ayúdame, a este paso no llegaremos a ningún lado.

Heeseung suspira sabiendo que era casi misión imposible hacer a su hijo ir, aún así lo intentaría por su querido esposo.

Ni-ki era caso perdido respecto al dentista.

Ambos intentan jalar al menor, pero este realmente parecía haberse pegado, simplemente no lograban hacer que se desprendiera.

—Bebe, por favor es por tu bien—intenta mediar Jake, más este solo responde lloriqueando.

—No, no, no, por favor, lo odio, no me lleven—dice mientras se negaba a lograr su cometido.