Lin Azuna Kirigaya

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                                                                        ¿Qué se sentiría ser libre?

libre? de que?...

                                                                  De poder elegir tu propio destino

Mmm... sinceramente no lo se...

                                                              ¿Qué se sentiría ser una chica normal? 

eso tampoco es algo que sepa...

            Pero aun así, no creo que tenga caso preguntarme y responderme al mismo tiempo esa clase de cosas...   Después de todo, eso es algo que no podre descubrir...      Cierto?...



            Yo no nací siendo una persona normal del todo.

Para empezar mi padre es el Emperador de Japón,  aunque no le gusta mucho el titulo desde que los Bisabuelos trajeron mas costumbres extranjeras a nosotros, mi padre prefiere el titulo de Rey aunque el que tiene sea un poco mas poderoso en la Jerarquía. Mi padre siendo un hombre cuya familia se caracteriza por tener en sus ojos una estrella de seis picos como brillo del ojo, además de también ser todos y cada uno rubios por naturaleza y sin mencionar que todos son Varones. 

Mi madre en cambio fue la Emperatriz Consorte. A mis abuelos no les gustaba el termino de las Concubinas así que Mamá era  la única mujer que mi padre tenia en términos de cónyuge. Ella venia de una familia de la nobleza siendo hija de un Duque importante, por lo que mis padres desde que eran niños se les comprometió, pero ellos si lograron enamorarse. Mamá era sin duda una mujer hermosa, valiente y fuerte. Su familia se caracterizaba por tener hijas realmente hermosas con un cabello peculiar, pues su color de cabello era diverso, una podría tener el cabello de Arcoíris, y otra de Azul y Morado como la noche. Tal era el caso de mi madre y su hermana menor. Mi madre con un cabello completamente colorido y unos ojos llenos de vida... 

Hasta que paso la tragedia...

Mama enfermo de una extraña enfermedad que los médicos no pudieron curar por lo que termino perdiendo la vida una noche de tormenta...

Eso ocurrió cuando yo tenia solo seis años de edad. 

El día en que nací mi madre según dicen fue la mas feliz, decía que era la combinación perfecta de ambas familias, si bien rompí la tradición de solo varones, herede los característicos ojos de la familia de mi padre, unos ojos con estrellas de seis picos, también herede el peculiar cabello que distingue a la familia de mama, solo que el mío es en su mayoría morado con algunos destellos rosados y un mechón de este color.

Después de la muerte de mi madre a mis diez años de edad mi padre volvió a casarse, pero esta vez se caso con una mujer que no pertenecía a la realeza, ni a la nobleza, no venia de una familia de sobrenombre, simplemente se enamoro de una mujer que igual se enamoro de el, no es una mala persona en lo absoluto, incluso tiene una hija que es menor que yo por unos años, no es que no me agraden tampoco tiene nada que ver con que no pertenezcan a la realeza o nobleza desde antes, es solo que a penas trato de recuperarme de la muerte de Mama y ahora mi padre vuelve a casarse como si nada, sin mencionar que no ha vuelto a hablar de ella desde lo ocurrido, ya ni es tan cariñoso como antes, solo me recuerda que debo comportarme como la princesa que soy, y que debo enfocarme en mis estudios para ser una gobernante algún día.

Mi vida se ha vuelto un ciclo sin fin y pronto cumpliré once años.

Lo único que me da algo de consuelo es el jardín secreto que encontré con mama, resulta que el palacio tiene pasadizos que se usaban en caso de invasión para que la familia real pudiera escapar. Uno de esos pasadizos nos llevo a mi Madre y a mi a un hermoso jardín que tenia demasiada yerba por los años que supusimos tendría, este tenia un pequeño quiosco en el centro con lo que parecía ser una rueda de metal, Mama entonces me explico que era una arena de Beyblade, ella incluso solía jugar con uno de esos, fue entonces que me obsequio su bey, y me enseño a jugar, solíamos ir todas las tardes al jardín para jugar un poco, incluso le colocamos un columpio en uno de los arboles,  también limpiamos un poco el espacio, resulta que también tenia una pequeña fuente en una de las esquinas, y además tenia una puerta que daba al exterior del castillo, claro estaba muy bien escondida por fuera de este.

Desde entonces se volvió un refugio, era nuestro santuario tanto de mama como mío, ahí no existen los títulos ni nada que se le parezca, es un lugar en donde puedes ser tu misma sin que nadie interfiera.

Aunque tengo clases de todo tipo como Etiqueta, Postura, Baile y de mas, suelo escaparme de vez en cuando al jardín para practicar con el Bey, y además, desde hace dos años salgo de palacio para competir en diferentes eventos, incluso llegue a calificar para formar parte de los Cinco Supremos siendo yo la única chica, aunque nadie lo sepa, ya que oculto mi identidad vistiéndome con un pantalón y una chaqueta con capucha completamente negras y uso un antifaz junto con pupilentes que ocultan las estrellas en mis ojos, muchos me han comenzado a llamar: "el Bleyder Misterioso" y eso sin duda es algo que me llega a dar gracia, de que me convertí en suprema ha pasado tan solo un año. 

Cierto no me he presentado formalmente... 

                                   Mucho gusto, me llamo Lin Azuna Kirigaya... 

                                                                                             Princesa de Japón

                                    "Bleyder Misterioso"

                                                                                                                                      Y esta es mi historia...

Star Princess || Shu KurenaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora