—¡Ahora sí te pasaste, wey! —exclamó Gala, completamente molesta, mientras Karime y Arath la sujetaban por los brazos, evitando que se lanzara contra Adrián Romero.
—Yo no la invité a este juego. Si viniste aquí, debes aguantar —replicó Adrián, con su habitual expresión impasible.
—¡Brigitte no se mete con nadie! No entiendo cuál es tu problema. La gente la salva, y la salvará sin importar cuántas veces la nomines, porque aún no has entendido que a ustedes nadie los quiere. México sabe cómo son, y no le gusta la gente culera como ustedes.
—Vamos, Gala, no dejes que te enrede en su juego. Brigitte nos necesita en el cuarto, no aquí —le susurró Karime.
Gala respiró profundamente, consciente de que si las cosas se intensificaban, podría desatarse otra confrontación, algo que habían acordado evitar. Pero la rabia aún hervía en su interior, deseando marcar a ese tipo. Karime le apretó la mano.
—Vamos, por favor —pidió con suavidad.
Y, como siempre, Gala no pudo resistirse a esa petición. Se dio la vuelta y se encaminó hacia el cuarto mar, no sin antes advertirle a Adrián Marcelo:
—Te pondremos en la placa, y México se encargará de demostrarte que no eres tan fuerte como crees.
—Hagan lo que quieran, manipulen a la gente con su victimismo. Ellos no son tontos, saben cómo son y no caerán en su juego —arremetió Adrián.
Karime, más decidida que nunca, aferró el brazo de Gala.
—Vamos, vámonos —repitió, llevándola casi a regañadientes al cuarto mar.
Allí encontraron a Brigitte, con los ojos enrojecidos por las lágrimas, apoyada en el hombro de un Mario que le susurraba palabras reconfortantes para ayudarla a calmarse.
—¡Me hubieran dejado! —exclamó Gala, frustrada.
—¿Y qué ibas a hacer? —preguntó Arath—. ¿Golpearlo para que te expulsaran? Eso es lo que él quiere, es su estrategia. No caigamos en su juego.
—¡Se metió con Brigitte! ¿Qué tan enfermo debes estar para insultar a una niña? ¿Acaso nadie escuchó lo que le dijo?
—No te preocupes, Gala. Sé que dejé que me afectara al inicio —murmuró Brigitte, con sus rizos dorados brillando bajo la luz—, pero lo que él piensa de mí no me define. Sé lo que viví, sé cuánto me juzgaron por mis acciones, pero ya avancé. Dejé atrás mi pasado y no permitiré que juegue con mi mente.
—Con esas actitudes pasivas, todos nos mostramos débiles...
Arath colocó su mano en el hombro de Gala, invitándola a sentarse junto a Karime, Mayo y Brigitte.
—No somos débiles, resistir ante esas palabras sin caer en su mentalidad es lo que nos hace fuertes.
Un profundo suspiro y un abrazo colectivo cerraron ese tenso capítulo típico de "La Casa de los Famosos". La salida de un miembro del cuarto Tierra y la celebración, no tan tranquila, en el cuarto Mar removieron por completo las estructuras de "tierra", haciéndolos cuestionarse si realmente eran los fuertes. Comentarios desesperados atacaron a Adrián Romero por parte de sus compañeros, y la noche fue caótica.
***
—Mañana nos toca pagarle al público —murmuró Karime.
—Ya duérmete, Karime —dijo Arath—, que la jefa nos va a encender las luces.
—Hay que pedorrearnos, vamos a hacer una toma bien poderosa que nos mueva los intestinos —bromeó Karime.
—¡Karime! —Gala la abrazaba entre las sábanas—. ¡Ya duérmete!
***
La tensión había aumentado, y Mar y Tierra habían marcado por completo la línea de fuego; la ley del hielo se activó finalmente, y cada quien se mantuvo en su grupo. Mayito pasó la mañana cocinando junto a Arath, mientras Gala, Karime y Brigitte dormían en la habitación. O eso creían, ya que la menor del cuarto Mar había salido a charlar con el público junto a la fogata.
—Gracias por salvarme, México. Es el mejor regalo de cumpleaños que me han dado. No puedo negar que extraño mucho a mi familia, pero quería pasar más tiempo con la familia Mar. Gracias.
Mientras hablaba dulcemente ante el fuego, Adrián Marcelo la observaba a la distancia, cada día más perturbado por su presencia. El fuego parecía reflejarse en sus mechones e iluminar su rostro, haciéndola brillar.
—"Me volverá loco si no la saco pronto. ¿Cómo pudo pasarme esto a mí, y con esta niña?" —pensó—. Feliz cumpleaños, Brigitte. Debes irte, porque no sé cuánto más podré seguir peleando con lo que provocas en mí.
—¿Con quién hablas? —La voz de Sian lo devolvió a la realidad.
—¿Yo? Con nadie, pensaba en voz alta.
—Ten cuidado, ya te está contagiando Brillitos —bromeó Sian.
Pero ni Sian ni Adrián esperaban la reacción abrupta de este último.
—¿De qué diablos hablas? ¡Estás loco!
—Ya, cálmate, era una broma.
—Pues qué broma más estúpida —dijo, alejándose hacia los vestidores, farfullando para sí mismo.
***
—Me estoy mal viajando contigo, sinceramente —susurró Gala suavemente, intentando no despertar a Karime, que dormía frente a ella, con unos mechones de cabello azabache cayendo sobre su rostro. La mano de Gala, casi de manera automática, apartó esos mechones, rozando sus largas pestañas—. ¿Me estará fallando el radar? Siento que me das señales, Karime, pero no quiero cagarla.
—No te falla el radar —sonrió la pelinegra—, sólo está un poco lento.
—¿Estabas despierta...?
—¿Tú qué crees, mamacita?
—No quiero cagarla...
Karime puso un dedo sobre los labios de Gala.
—Shh, me gustas. Y no cambiaré de opinión. No tienes que asustarte, no estás hablando con una niña. Si te digo que me gustas, es porque así es. Yo no cambiaré de parecer como otras lo habrán hecho en tu vid...
Gala la besó. Sus labios, un poco fríos por el aire acondicionado, presionaban los de Karime, todavía temblorosos y dudosos, pero ganando confianza con cada milésima de segundo. Se sentía tan bien, pensaron ambas; como lo habían deseado durante estas semanas. Gala tomó el control del beso, succionando suavemente el labio inferior de Karime mientras sus manos la sostenían por las caderas, acercándola más y más a su cuerpo. ¿Cuánto duró ese beso? Ninguna lo sabe. Un fuerte ruido en el exterior las hizo regresar al mundo real.
—Me urge ganar la prueba del líder —comentó entre sonrisas Gala, recibiendo de la azabache una mirada cómplice.
—Yo apoyaré a mi vieja, echando porras, porque la tijereada nos urge.
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AMOR EN EL ENCIERRO
FanfictionEn una casa donde las alianzas y traiciones son moneda corriente, Karime y Gala intentan encontrar un refugio en medio del caos. Su conexión es profunda, pero las reglas del juego y el destino parecen empeñados en mantenerlas separadas. Mientras tan...