CAPITULO 3

377 30 0
                                    


La mañana tras la salida de Mariana se sentía extrañamente tranquila en la casa, una paz externa que contrastaba con la tormenta que se gestaba en el Cuarto Tierra. Mientras el resto de los habitantes disfrutaban de la calma, Adrián y su equipo se sumían en reuniones interminables, tratando de recomponer sus estrategias, conscientes de que la prueba del líder se avecinaba y podría cambiar el rumbo del juego.

En la competencia por el liderazgo, todos estaban tensos, pero fue Karime del Cuarto Mar quien, con una mezcla de habilidad y determinación, se alzó como ganadora. La emoción en su equipo era palpable; habían estado esperando una victoria que les diera un respiro, y ahora la tenían. Karime estaba exultante, pensando en los beneficios que acompañaban a su victoria, especialmente en el cuarto del líder, donde podría tener un momento íntimo con Gala.

Sin embargo, sus planes se vieron truncados rápidamente cuando los presentadores anunciaron un cambio inesperado: la persona que la acompañaría en el cuarto sería seleccionada al azar. Karime sintió un nudo en el estómago. "Con la mala suerte que se carga," pensó con un dejo de resignación. La mecánica era sencilla, pero cruel: una caja con pelotitas naranjas y una sola dorada. Quien sacara la dorada sería su compañero.

—¿A quién escoges para que pase primero? —preguntaron.

—Gala —respondió Karime, casi sin pensarlo, deseando con todas sus fuerzas que fuera su chica quien la acompañara.

Pero el destino parecía tener otros planes. Fue Agustín quien sacó la pelotita dorada. Karime sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies. "¿Acaso al destino le gusta jugar conmigo?" pensó con frustración. La idea de pasar la semana compartiendo ese espacio con alguien que no era Gala le resultaba insoportable.

*****************

A pesar de haberse quedado hasta altas horas de la madrugada, Karime se levantó temprano. La noche había sido larga y tensa, y el malestar por no tener a Gala a su lado seguía presente. Decidió que lo mejor sería distraerse y, tras pasar por la cocina para un vaso de agua, encontró a Arath y Mayito ya preparando el desayuno.

—Qué sorpresa, madrugaste hoy —dijo Arath, levantando la vista del sartén.

—Has escuchado eso de "durmiendo con el enemigo"? —respondió Karime, con una sonrisa irónica—. Bueno, la producción me odia.

Arath y Mayito intercambiaron una mirada cómplice. Sabían exactamente a quién hubiera querido llevarse Karime al cuarto del líder.

—¿Por qué no vas al cuarto y descansas un poco? —sugirió Mayito—. Yo les aviso en cuanto el desayuno esté listo.

—Los amo, tíos —dijo Karime, mientras se dirigía hacia el Cuarto Mar.

—¿Crees que ese arroz se cocine? —preguntó Mayito, mientras seguían cocinando.

—Si no, nos va a tocar ponerle un poco de fuego nosotros —respondió Arath, con una sonrisa de complicidad.

—No seas metiche, no vaya a ser que la caguemos.

—¿Dónde has visto? Yo soy un cupido del amor —dijo Arath, riendo.

—Ay, sí, ahora tú —respondió Mayito, entre risas.

************

Karime llegó a la habitación, todavía sintiendo la frustración de la noche anterior, pero al ver a Brigitte y Gala juntas, una calma la invadió. Sabía que Brigitte era una amiga leal, alguien en quien tanto ella como Gala podían confiar ciegamente. No había lugar para los celos cuando se trataba de Brigitte; era como la niña de ambas, alguien que merecía todo su afecto.

AMOR EN EL ENCIERRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora