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Want - Taemin

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Want - Taemin

Wonbin pensó que finalmente probar al otro hombre habría satisfecho ese impulso ardiente que lo había estado atormentando durante semanas, pero en todo caso, el deseo de acercarlo era aún más fuerte ahora

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Wonbin pensó que finalmente probar al otro hombre habría satisfecho ese impulso ardiente que lo había estado atormentando durante semanas, pero en todo caso, el deseo de acercarlo era aún más fuerte ahora.

Sus manos ansiaban tirar de ese cuerpo rígido contra el suyo, sus labios deseaban otro sabor de las especias exóticas que aún permanecían en su propia lengua, y el dolor en el centro de sus caderas prácticamente rogaba por la atención que había sido tan groseramente robada antes.

La combinación de eso casi lo había consumido cuando siguió a Anton de regreso a su habitación de hotel.

Débilmente, Wonbin distinguió los detalles más finos del exquisito vestíbulo y los pasillos que conducían a la suite que Anton había llamado hogar desde su llegada a Japón, pero la mayor parte de su atención estaba puesta en la fuerte mano que sostenía la suya, llevándolo a lo que sabía que iba a ser una noche de dicha sin adulterar.

Anton se apresuró a abrir la puerta y en el momento en que se cerró detrás de ellos, los deseos de Wonbin finalmente fueron cumplidos mientras lo empujaban contra ella.

El otro hombre estaba sobre él, presionando a Wonbin como si fueran piezas del mismo rompecabezas y estuvieran destinadas a unirse.

La boca de Anton estuvo inmediatamente sobre la contraria, su habilidosa lengua no perdió tiempo mientras se burlaba de los labios dulces del joven para incitarlo a otro baile. Este beso fue incluso mejor que antes, no por la fuerza del mismo sino por la promesa que contenía para lo que estaba por venir.

Inclinando la cabeza, Wonbin abrió más la boca a modo de invitación. Se deleitó con el sellado perfecto de sus labios, gimiendo ante las chispas que estaban surgiendo por todo su cuerpo. Se aferró al cuerpo del mayor, manos desesperadas agarraron firmemente al hombre para que no pudiera escabullirse de él otra vez.

Si bien Wonbin se habría asfixiado gustosamente si eso significara que estos labios serían lo último que sentiría, Anton tenía otras ideas.

Los labios del rubio dejaron los suyos, pero nunca dejaron de tocarlo mientras depositaban un camino de besos
mordaces en su mandíbula y a lo largo de la curva expuesta de su cuello.

𝑰𝒏𝒔𝒂𝒏𝒊𝒕𝒚 ☆ 𝐖𝐨𝐧𝐭𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora