Capítulo 2: Ella

15 1 0
                                    

A partir de ese entonces ella recibía cada mañana los buenos días de él...un como dormiste y no podía faltar...¿Ya llegaste al trabajo?. También se preocupaba por la actitud tan extraña de él, ¿cómo pasar por alto la atención de él?, aunque también reía a solas en su oficina analizando si él estaba loco...con el cargo que tenía y su responsabilidad él le mandaba cada mañana una foto de su taza tomando café y en ocasiones pensaba que era un niño... detrás de cada foto siempre el mismo mensaje: ven a tomar café y ella le respondía...Ya Voy....aunque casi siempre cuando ella llegaba ya él se había ido, pero lo que no imaginaba era lo nervioso que él se ponía al verla.

Entre más tiempo pasaba ella podía notar "cosas" pero no tenía certeza... él le mando unas galletitas y una malta con su madrina y ella agradecida le escribió, pero de una manera muy peculiar, siempre diciendo su segundo nombre; lo que no sabía es que era la única que lo llamaba así.

Al cabo de unos días él volvió a hacer el mismo detalle y se disparó una luz roja en la mente de ella, rápidamente se vistió con su coraza de acero, apretó los dedos y comenzó a teclear en el chat de WhatsApp de él: ¿Con qué intenciones me mandas eso?...no se imaginaba que la pantalla del teléfono de él pedía a gritos escribir lo que él realmente sentía, más solo pudo dejarle caer que quería conocerla y ella se quedó más calmada, pero mientras los días siguieron pasando percibía todo lo contrario.

Te ví...pasaste por frente a mi oficina y no me saludaste...estabas conversando con alguien y no quise interrumpir...ya almorzaste...intercambios de canciones...todos esos chats eran comunes en sus conversaciones y antes de darse cuenta a él se le hacía complicado ocultar lo que sentía, aunque para ella él tenía algún problema personal, lo que llevó a una conversación interesante.


Imposible a escondidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora