Mi hermoso tricolor ( Mexico x todos) (Re-escritura en progreso)

Capitulo 4: Molestia

—Entonces, ¿Qué te gusta hacer?— México sonrió ligeramente apunto de tomar un pequeño pedazo de cheseecake con el tenedor. Por severos minutos, intentó entablar una conversación pacífica con Corea del Norte. No funcionó. 

El Norcoreano solamente se limitó a ignorarlo o contestarle de una manera muy vaga a sus preguntas. Admitía que era incluso ridículo que Méjico...¿Mejico, Mesico, Melico? México, se esmeraba tanto en hablarle. ¿No entiende que es el espacio personal o no querer hablar?
—Me gusta leer.— Respondió sin dar mucha información, estaba comenzando a irritarse por toda esa insistencia que ejercían sobre el .

—Vaya~ Igual a mi me gusta leer. Es bueno que tengamos una cosa en común después de todo.—
Enserio, se estaba esforzando por hacerlo sonreír o al menos sacarle una pequeña sonrisa como a todos. Pero al parecer el país que tiene frente suyo es inmune a la serotonina o simplemente está demasiado enojado con la vida como para aceptar un amigo.

—...Claro.— 
Se cruzó de brazos mirando al tricolor a los ojos, ¿No entiende el mensaje? NO. QUIERE. HABLAR. Después de un cruse de miradas muy leve México decidió dejar de intentarlo por un momento, no quería enojarlo más de lo debido y causar un desastre de una cafetería inocente.

—Perdón. No quería molestarte. Solo quería que habláramos un poco, de vez en cuanto no es malo conocer personas nuevas. Pero, parece que no quieres amigo, ¿Porque tan amargado?— Sonrió de nuevo comiendo un pedazo de su postre. De un momento a otro, Corea del Norte estampó sus manos en la mesa de la cafetería con el ceño fruncido y una expresión de fastidio.

—Escúchame, maldito tercermundista de mierda. No vienes aquí a insultarme en medio de una cafetería. Dime, ¿que te crees? ¿¡Que piensas?! No todos somos amiguitos felices tomados de las manos bailando en un arcoíris. Bájate de esa nube.— El norcoreano espetó con desdén hacía el Mexicano. Su ira no se calmó hasta casi tomar de la camiseta al país que tenía al frente.
—¿No entiendes cómo es el juego? ¿¡Qué me garantiza que no seas un espía del imbécil que tienes al Norte?! Tu amistad no me interesa a menos que tengas algo que ofrecerme, ¿Qué puedes ofrecerme a mi? Exacto. Nada.—

México se quedó pasmado. Nunca se había enfrentado a la ira de un país a esos niveles. Claro, los había visto enojados y peleando, pero nunca una ira tan repentina; Conocía sus límites, no podría contener a alguien como Corea del Norte si este en un arrebato llegaba a declarar la guerra. Alzó las manos lentamente en rendición, hasta que algo los separó, o más bien. Alguien.
—Solo me voy unos minutos y ustedes casi se declaran la guerra aquí.— La voz de Corea del Sur llenó los oídos de México , ¡Gracias Virgencita por mandarle al BTS! Solamente jaló a México lejos de su hermano menor para evitar agresiones en su presencia. Si quieren agarrarse a golpes, que lo hagan donde no estaba el.

—Ustedes dos, no me importa quien comenzó la pelea. Solo dejen de hacerlo, arruinan el ambiente.— Alzó la ceja colocando una mano en su cadera con expresión de fastidio. Todo iba bien con sus fans hasta que tuvo que detener esa estúpida pelea. Razones de imagen y morales, claro. No se meterá en otra semi-guerra con su hermano.

—¿Te comió la lengua el gato, sucio Méxi-?— La boca de Corea del Norte fue cubierta por la mano de el Surcoreano. México seguía pasmado en su lugar, había visto pasar su vida frente a sus ojos hace unos segundos.

Por el lado de Corea del Norte, no quedaba rastro alguno de compasión por México. Al carajo la comprensión, estamos en el mundo de verdad, no en un kindergarden. Se atrevía a insultarlo en público y más enfrente de los simps de su hermano, ¿Cómo no se enojaría ante tal insolencia? 
—Perdón...— México murmuró entre dientes, no era del tipo que se disculpa luego de que lo insultaran así. ¡Seguro podía ganarle con unos buenos madrazos! O seo dictaba su orgullo, entre lo más profundos de sus pensamientos se regañaba el solito por meterse en conflictos con países tan irritables como lo es Corea del Norte.

Corea del Sur solo se limitó a sonreír ligeramente, aunque se notaba que quería irse de ahí luego de la vergüenza que acaba de pasar por su hermano. Como arte de magia, la lluvia dejo de arreciar para dejar todo despejado para que los 3 por fin pudieran irse; 

—Bien, paro. Vayámonos de aquí antes de que arruines más mi imagen, hermanito.— el peliblanco habló entre dientes jalando del brazo a Corea del Norte fuera de la cafetería, no sin antes despedirse de su amigo.
—Mex, mil disculpas por lo que acaba de pasar hace unos minutos. Sabes como es mi hermano de irritable, espero no haberte causado molestias. Juro que te lo recompensaré.— Corea del Sur agitó la mano de México en señal de disculpas. La personalidad del Surcoreano volvía a su estado encantador y gentil, difiriendo del comportamiento pasivo-agresivo y sarcástico de hace unos minutos, eso era extraño para el mexicano. No da buena espina.

México salió de la cafetería con las manos en los bolsillos, eso había sido extraño. No sola la repentina pelea con el azabache, los repentinos cambios de comportamiento de Corea del Sur, e incluso que la lluvia se disipara como arte de magia. Tantas cosas habían pasado en un solo día.

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Buenos días, tardes o noches. Perdón por no actualizar JAJAKAKAJ, se me había olvidado que existía esta historia. Perdón por la demora otra vez, aún así estoy teniendo varias ideas que luego me servirán para avanzar la historia.

Muchas de las situaciones serán cambiadas para darle un poco de sentido, por ejemplo en el capitulo del pasado donde México se encuentra a C.N Y C.S, ellos lo invitan a su casa, lo que no tiene sentido para nada.

Espero les haya gustado este nuevo capítulo, pueden darme más ideas o sugerencias si lo desean aquí:

Buzón de sugerencias:

Gracias por leer!