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TaeHyung veía el cielo nublado por la ventana del dormitorio, las nubes de un gris oscuro anunciaban que pronto estallarían; eran nubes de nieve y una sonrisa se grabó en sus labios, él amaba la nieve.
JungKook vio al omega sonreír junto a la ventana, y no pudo evitar hacerlo también, su corazón se encogió un poco al pensar que le quedaban pocos días para estar junto a TaeHyung.
Como si lo hubiera sentido, TaeHyung bajó la vista para mirar su pecho con el ceño fruncido, luego la volvió a alzar para encontrar a JungKook, quien estaba bastante sorprendido por eso.
— ¿Qué te pasa, hyung?
JungKook no dijo nada unos segundos, hasta negar con la cabeza.
— Nada, nada...
JungKook fue hacia su cama, sentándose en esta, le dolían bastante los músculos y algo la cabeza, pensó que debía ser por toda la tensión de ese día. Entre las noticias, TaeHyung y su celo, se sentía bastante estresado.
Miró a TaeHyung de nuevo, y sintió los párpados pesados.
El sábado era —junto al domingo—, el único día en el que no hacía nada más que trabajar su turno en el supermercado, casi siempre los usaba para descansar o hacer tarea de la universidad, pero ese sábado parecía más especial, ya que era el último que tendría a TaeHyung acompañándolo y quería pasar el día junto a él y conocerlo un poco; puesto que por más que sus lobos se quisieran y ya estuvieran a gusto entre ellos, ellos mismos, como personas, eran prácticamente desconocidos.
Un bostezo interrumpió sus pensamientos, miró la almohada sobre su cama, y se dijo a sí mismo que podía hacer sociales luego de dormir una siesta.
— TaeHyung — lo llamó, captando la atención del chico al instante — Voy a dormir un rato, despiértame si necesitas algo.
TaeHyung asintió, JungKook se quitó algo de ropa para quedar solo con bóxers y la remera; dándole la espalda a todo y mirando a la pared para que no le llegara tanta luz, intentó concentrarse en el olor de TaeHyung de las sábanas para tranquilizarse y dormir más rápido.
A punto de caer dormido, escuchó pasos, sintió las sábanas levantarse un momento y el peso sobre esta a sus espaldas, se volteó instantáneamente, recibiendo a TaeHyung, quien se acurrucó en su pecho.
Las manos de JungKook rodearon la cintura de TaeHyung instantáneamente, y sin querer, pasaron por debajo de la remera del omega, acariciando su abdomen y espalda en círculos lentos y tranquilos, mientras el omega hundía el rostro en el pecho del rubio.
JungKook pudo escuchar cómo la respiración de TaeHyung se hacía un poco más rápida y errante, llegando a creer escuchar jadeos, cada vez un poco más fuertes y acallados por el omega, mordiéndose el labio.
El mayor recordó cómo la piel de los omegas se hacía mucho más sensible en su celo, más en la zona de la panza, ya que dejar que la toquen era una muestra de sumisión de los omegas, haciendo que un simple tacto como ese pudiera llegar a ser excitante. JungKook detuvo sus manos enseguida al pensar en eso, con los ojos abiertos de más, sintiendo que había hecho algo malo, puesto que no le había pedido permiso y no estaba pensando las cosas, las retiró de la piel del omega.
