Víctima Del Olvido ~> [BLITZ X STOLAS]

¿POR QUÉ SOY ROJO?

Fue extensa y demasiado tardada el discurso lleno de culpa de Verosika explicándole a Stolas por qué ella sabía del accidente de Blitzø, y, aun así, no le notificó al príncipe. Explicación que ni siquiera fue solicitada, pero que el Goetia no se negó a escuchar.
La famosa cantante pudo haber resumido todo con un "no quise mencionar a tu ex, que te trató como la mierda, y que te preocuparas y eso te llevara a sentirte culpable de lo que sientes...".

Stolas la calla respetuosamente empujando una blanca taza llena de té de manzanilla. Verosika, que había estado hablando apresuradamente por las ansias que le causan mentir, entra en un trance enfocado al porqué de la acción de su amigo emplumado.

—Cómo dije antes, lo entiendo —dijo él con una sonrisa. La súcubo se muerde el labio con nervios y frunce las cejas con tristeza—. No hacía falta que me explicaras, Ver. Tu decisión fue comprensible hasta cierto punto. Ya no tengo una relación de ningún tipo con Blitz Buckzo.

Ella se aclara la garganta.

—Sí, ah... Gracias, Stolas, no sabía que te diría en el momento que lo descubrieras...

—No entiendo —La tercera voz femenina hace que ambos lleven sus miradas a la Imp que está apoyada contra el marco de la puerta del comedor, degustando una galleta que solo Lucifer sabrá de donde la sacó. —, ¿por qué te preocuparía el trasero egoísta de Blitzo?

—Barb —Verosika le da una sonrisa ladina, casi burlona—, ¿cómo te sientes?

—De puta madre. ¿Cómo crees que me siento? —Barbie camina hasta la silla que está entre Verosika y Stolas, y sin importarle mucho si alguno se opone o se siente incómodo con su presencia –lo cual pasa con Stolas–, se sienta.

—Estoy algo confundido, disculpen —ríe apenado el búho—. ¿Tú eres?

Barbie termina por meter la galleta en su boca, sacude su mano en su propia ropa y luego le extiende la mano a el príncipe.

—Barbie Buckzo —dice con la boca llena—. Un horror volver a verte.

—¿Nos conocemos? —Baja la mano de Barbie hasta dejarla debajo de la mesa, sin corresponder el apretón que la Imp pretendía iniciar— No te recuerdo.

—Por supuesto que no me conoces —Una migaja de la galleta que trató de tragar se atora en su garganta, lo que la obliga a toser, solo que lo hace con la boca abierta, lo que saca pedazos húmedos de galleta de su boca. Se aclara la garganta—, nunca quisiste volver al circo después de que tu papá rentara a mi hermano.

—¿Rentara? —repite confundido.

—Pues claro. Lo llevaban a tu castillo de principito durante toda la mañana, lo aventaban en el circo, lo dejaban para dormir y luego hacían lo mismo al día siguiente. No me sorprende que nada más lo usaran como moneda de cambio.

—¿Así lo ves? —Se escucha decaído. Barbie se encoge de hombros.

—Así me lo platicaba Blitzo. —Vuelve a toser— Y luego con eso de que tu papá le dijo que ya te habías aburrido y que por eso ya no querías verlo, ¡bum! La cereza del pastel.