La luz entraba por la ventana y sabía que era mañana, ¿Y si se quedara aquí? La mañana siguiente era muy difícil, tal vez por eso nunca tuvo relaciones sexuales antes, no fue por eso, nunca pensó en el sexo, por no hablar de iniciarlo, tener relaciones sexuales era dar a alguien mucho control sobre él y él era libre. En un combate, el Guerrero lo tumbaría sobre el terreno en menos tiempo de lo que tarda un estornudo, y ayer por la noche, Seokmin le había dado el poder de parar.
Él cerró los ojos y respiró hondo, poco a poco empezó a levantarse, los músculos de las piernas y la espalda le dolían y un nuevo malestar apareció cuando trató de incorporarse, el Guerrero apareció inmediatamente a su lado, casi saltó de la cama por la repentina llegada del Capitán.
― Shh, sólo soy yo ― dijo Seokmin frotando su espalda. ― ¿Cómo te sientes?
¿Cómo se sentía?, avergonzado casi saltando fuera de su piel, perdido por despertar en un lugar desconocido pero él guardó estas cosas para sí mismo y soltó un ― Me siento estupendo.
El tono era muy tranquilo para su gusto e intentó moverse pero se detuvo cuando el ligero toque de dolor se convirtió en un gran dolor y aparentemente necesitaba un baño también, pero, a través del ligero dolor y malestar que sentía era como volar, nunca antes se sintió tan vivo. Seokmin sonrió y los latidos de su corazón eran más rápidos. ¿Qué estaba ocurriendo con él?.
― Vamos. ― Seokmin extendió la mano.
La agarró y permitió que el Guerrero lo sacara de la cama, se puso de pie sin ayuda, cuando caía, tenía a correr a levantarse antes de que lo pisaran, y dejar que alguien le ayudara no le hacía sentirse débil o menos hombre, eso le hizo sentirse deseado. Seokmin lo llevó al cuarto de baño.
― La bañera está llena ― dijo el Guerrero. ― Empecé a llenarla cuando te despertaste. Te quedaste mirando al techo por un tiempo.
Quería enterrar la cabeza. ― Yo estaba pensando. ― por supuesto, que estaba pensando.
― ¿Sobre qué? ― preguntó el Guerrero no estando dispuesto a dejarlo ir.
― Acerca de la noche anterior. ― no había ninguna razón para ocultarlo. ― Nunca he tenido una mañana después y no sé qué hacer.
Seokmin tiró de él para detenerlo. ― ¿Te arrepientes de lo que ha pasado?.
― No.― se sentía desequilibrado e inseguro pero no había ningún arrepentimiento, Seokmin sonrió a su respuesta y lo atrajo a un beso ávido y posesivo, y cuando se separaron estaba sin aliento tanto que el Guerrero tuvo que ayudarlo a entrar en la bañera. El agua estaba un poco más caliente de lo que le gustaba pero el calor calmó sus músculos doloridos, gritó de alegría y Seokmin se rió de él, levantó una mano y cogió al Guerrero. ― Únete a mí ― dijo extendiendo un brazo.
― Me gustaría, pero tengo algunas llamadas de negocios. ― dijo Seokmin con el ceño fruncido.
― ¿Qué tipo de negocio? ― esta era la casa Seokmin así que no había nada aquí para que él hiciera.
― He recibido mi próximo trabajo. ― Tal vez fueron sus ojos muy abiertos que advirtieron al Guerrero de su angustia. ― Está todo bien.
Seokmin acarició su espalda, eso no lo calmó, todavía estaba tenso, de repente estaba teniendo problemas para respirar, el Capitán estaba planeando volar lejos de él, tenían horas y no días como él esperaba.
―¿Cuánto tiempo tenemos? ― tenía que ser valiente, su orgullo no lo iba a dejar rogar, no como lo había hecho cuando el traficante se lo llevó, no había funcionado entonces y no funcionaría ahora. Seokmin recordaría su dignidad y su fuerza, en este mundo era todo lo que él tenía.
― Puedes pasar el día en el baño o explorar el apartamento. Busca ropa en mis armarios y cajones.
― ¿Qué? ― él no era un fisgón, su reacción agradó al Guerrero, lo cual dejó satisfecho.
― Tengo que cuidar de algunos negocios, no va a tardar mucho tiempo pero todavía estás dolorido así que espérame aquí y relájate. ― Seokmin le acarició la cabeza y él lo agarró del brazo.
― No. ― eso salió más duro de lo que pretendía. ― Deja de fingir.
Seokmin levantó su barbilla para que sus ojos se encontraran. ― ¿Qué está pasando?.
― ¿Cuánto tiempo tenemos antes de que yo tenga que salir? ― tal vez tuviesen un día o dos antes de terminar. ― ¿Quieres que vuelva al palacio? ― tal vez esto era el adiós.
― ¿Antes de que me vaya? ― preguntó Seokmin. ― Necesito ponerme en contacto con mi nave y hacer los preparativos necesarios pero volveré.
¿Ellos estaban hablando el mismo idioma? Tal vez el Guerrero estaba jugando con él o tratando de empujarlo al colapso, eso no tenía sentido.
― ¿Cuándo vas a salir del planeta? ― nadie necesitaba decir lo que ambos sabían, se enfrentó al mundo en solitario y esta era otra decepción más para recordar que todo el mundo lo abandonaba, sólo no pertenecía a ningún lugar.
― No te dejaré ― dijo Seokmin mientras extendia la mano y agarraba su brazo, fue muy lento en apartarlo y el Guerrero lo sujetó con un suave agarre pero firme, llevó su muñeca hasta la boca colocó un ligero beso y luego trazó la vena azul clara con la punta afilada de uno de sus dientes, en una fracción de segundo podría morder y desgarrar su piel, podría desangrarse hasta la muerte en la bañera pero no tenía miedo, sabía qué no le haría daño. ― Quiero que vengas conmigo.
― Eso es imposible. ― la libertad de viajar por el espacio era un sueño que nunca conseguiría. ― Yo no puedo, los esclavos no son libres y si alguien consigue información sobre mí tendremos problemas.
Los ojos de Seokmin se abrieron un poco.
― ¿Crees que voy a dejarte? ― el Guerrero le preguntó, era obvio, se iba y él se quedaría aquí. ― ¿Qué crees que pasó aquí la última noche?
― ¿Por qué no me lo dices tú? ― tomó una respiración profunda pero el dolor no pudo ocultarse. ―Tuvimos sexo, abrí mis piernas y rogué y tú me lo diste, ahora se acabó y tú estás yéndote. No te preocupes, yo no te culpo. Tienes una vida. La vida continúa. ― estaba balbuceando y no podía parar. ¿Por qué esto duele tanto? Ellos habían acabado de conocerse.
― Ayer por la noche, te volviste mío ― dijo Seokmin con una ferocidad que lo sorprendió.
― Sí, pero no espero que te quedes conmigo. Yo soy un adulto y no necesito un sueño. Tuvimos nuestra diversión. Acabó. ― subió las rodillas a su pecho. ― La vida continúa. ― siempre que la vida se volvía muy difícil y quería darse por vencido, eso es lo que se decía "La vida sigue. Mañana no será tan oscuro".
Seokmin susurró en su oído.
― Anoche te volviste mío y eso no cambia porque el sol se haya levantado. ― la expresión de su cara debe haber alertado al Guerrero de su confusión porque continuó. ― Tú eres Mi Compañero.
No estaba seguro de haber oído correctamente a Seokmin, los compañeros eran mucho más que parejas sexuales, pensó en Seongkwan y Vernon, esos dos se querían. Esto no puede ser lo mismo. ― ¿Compañero?.
― Tú eres el único que va a llenar mi corazón y calentar mi cama para el resto de mi vida. Tu sangre me alimentará y mi sangre fluirá en tus venas.
― Eso no puede ser. ― despertar junto a Seokmin iluminaría sus mañanas, estar alrededor del Guerrero le daba fuerzas. Él pertenecía a alguien, hacía mucho tiempo que no pertenecía a ninguna parte. ― Ser acoplado a un esclavo no puede hacerte feliz.
Seokmin se acercó aún más. ― En el momento en que nos convertimos en compañeros te volviste un Warsarian y nuestro pueblo nunca tiene esclavos. Eres mío y estoy muy
contento con eso. ― trazó sus labios con un dedo. ― Nunca
dudes de eso.
Seongkwan le dijo una vez que como compañero de Vernon era un Warsarian, había pensado que su amigo había entendido mal, pensó en todos los hombres que lo trataron mal.

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6_ SeokHao [G.E]
Fanfiction- No quiero nada de ti, yo te quiero a ti. 🔸_ +18 🔸_ Contenido sexual explícito 🔸_ Capitulos largos 🔸_ Saga "Guerreros Espaciales"