Red Star

La niña especial

1 de Julio 1989.

Todo comenzó una noche cuando llevaron a la pequeña Vanessa de 12 años de edad al cuartel de Hydra que se hallaba en Estados Unidos, la pequeña niña rusa fue llevada hasta una habitación fría y oscura. En ella habitación se encontraba una cama, una pequeña biblioteca, una mesa de luz con una lampara, y una muñeca de trapo que sus padres mandaron a que tenga.

En ese cuartel iba aprender como defenderse, como hablar idiomas, como danzar, la danza era parte de los entrenamientos y sobre todo el ballet ya que daba agilidad, ella estaba destinada a verse como las demás niñas de allí una Black Widow...todo hasta que este preparada. La pequeña de solo 12 años ya desde que nació la mentalizaron para ello...era su destino...su legado; no conoció la escuela, ni socializar con niños de su edad y eso era triste...su vida fue en torno a Hydra. Pero no solo eso sería triste...ella no iba a ser una Black Widow como las otras... también debían experimentar...ya que querían ver si podían mantenerla "jóven" y no recurrir a la congelación.

Los primeros días lejos de la mansión Fowler de Rusia fueron extraños pero ningún momento mostraba resistencia, por eso era fácil experimentar con la pequeña Vanessa ya que al ser tan dócil sus únicas reacciones eran la inhibición y las lágrimas. Esa tarde no fue la excepción la niña fue sometida a un experimento y solo esa vez grito ante las reacciones que le daba por los experimentos.

-ya ya...suficiente-habla un hombre, ese hombre era quien dirigía aquel cuartel.

Apagan la maquina y sacan a Vanessa de la capsula cuadrada en la que se encontraba, los fríos pasos del hombre resonaban hasta que quedó frente a la menor, allí se agachó y tomó su mentón obligándola a que lo mire.

-eres una buena niña...-menciona el hombre y sonríe de forma siniestra.

Vanessa solo lo miro en silencio sin hacer ningún gesto observando las facciones del mayor, un hombre de cabello negro, ojos grises pero la mirada daba un contraste oscuro, usaba siempre un traje negro con una roja corbata sobre la camisa, Vanessa se sentía intimidada por su presencia pero no mostraba sus sentimientos...fue educada para respetar y no enseñar ni opinar.

-bien...lleven a la niña a que coma-dijo el mayor levantándose pero por primera vez Vanessa habla.

-quiero dormir...-dice ella con su voz tan suave y débil por lo sucedido.

El esbelto se gira sobre su hombro a mirarla de reojo y sonríe sutilmente.

-solo esta vez te daré lo que pides...-se gira a sus empleados y dice -ya oyeron quiere dormir... abríguenla bien y lleven a la niña a la cama-

Dicho eso el jefe se retira dejando que sus empleados acaten su orden, una mujer toma la mano de Vanessa y la lleva para la habitación; caminaron por el largo y poco iluminado pasillo húmedo del cuartel, a lo largo de la caminata Vanessa gira su rostro pasando por una de las habitaciones y ve allí a un hombre enmascarado de pie mientras otro leía una libreta roja frente suyo, la curiosidad invade a la pequeña y decide preguntar por primera vez.

-¿Quién es ese...?-pregunta a la señora que la llevaba.

La mujer vacila unos segundos pero recuerda que debe llenarla de conocimiento del propio lugar, esa era la orden, solo que sin lujo de detalles.

-el Soldado del Invierno...-responde sin mirarla en ningún momento.

Vanessa no pregunta mas, pero las dudas la llenan y ahora quería saber más, solo que sabía que si preguntaba de más sería usado en su contra; ella era muy lista más que cualquiera de su edad, por eso era la "niña especial" para el jefe del cuartel.