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Ser de las favoritas de Dios tiene sus desventajas.
Estás en la vista de todos, tienen esperanzas en ti, te creen capaz de cualquier cosa, cuando ni siquiera tú tienes esperanza en ti misma.
No le temo a fallar... Le temo a las consecuencias que eso traerá.
— Charlotte, ¿las exorcistas están desempeñando un buen papel?
Me tense ante la pregunta de mi padre, asentí tratando de no parecer nerviosa.
— Muy bien princesa, creo que acabamos con los deberes hoy, mantenlas vigiladas por lo que queda del día.
Salí de la habitación suspirando ... Sé muy bien que está empezando a sospechar.
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— Escuchen bien perras, quiero que este entrenamiento superen su récord anterior. No quiero ver los números del cronómetro subir.
Ordené, recibiendo un jadeo de preocupación de las chicas mientras se ponían en orden.
— Vaggie empiezas tú.
Ella asintió, su mirada seria y decidida me hizo sonreír, preparé el cronómetro y la miré.
— ¡Ahora!
Cruzó con facilidad los taburetes, se balanceó con destreza de cuerda en cuerda como si fueran lianas, destrozaba los muñecos de práctica con solo una cortada de su lanza, ¿Acaso ahora sería una espada? Y para acabar, volaba entre los aros, podía jurar que ni una de sus plumas chocó con el acero de estos... Sus alas estaban intactas.
Cuando terminó, se detuvo a mi costado. Sus manos detrás de su espalda, mirada seria y porte imponente, la hacía lucir como un perro guardián.
— Nunca me decepcionas, Vags... — anoté su tiempo en el portapapeles — ni siquiera en la cama ... — Susurre, sonreí cuando al mirarla de reojo ella ya tenía un ligero color dorado en sus mejillas.
— Hanne tu turno!
Siguió el ejemplo de Vaggie, pero pude notar cómo se demoró demás en los aros, negué con la cabeza anotando su tiempo, solo logro ser 5 segundos más rápida que su última vez.
— Asegúrate de arreglar tus alas, estoy segura de que algunas plumas deben haberse movido de su lugar — dije al ver las alas ahora un poco desordenadas de la chica.
Ella asintió.
— Bien, uh... Ah sí, Saly, te toca!!!
Era una novata, recién se nos unió hace 3 días, debía admitir que era muy bonita, bueno y es que me guío por un estándar también para elegir a mis chicas.
Cuando terminó, miró sorprendida su tiempo, solo 7 segundos menos y hubiera alcanzado a Vaggie
— ¡Buen trabajo, nena! Deben seguir el ejemplo de esta chica perras — dije chocando los 5 con la novata.
