______________________________En un hospital, había un niño cuya respiración se estaba debilitando gradualmente y acostados en la cama del hospital junto a él estaban sus padres.
Con muchas ganas, querida, haz tu mejor esfuerzo..-Isagi Iyo
Lloró y tomó con fuerza la mano del bebé.
El hijo que amaba como el oro está a punto de dejarla, ¿cómo podrá soportarlo?
El Sr. Isagi Issei junto a ella le dio unas palmaditas en la espalda en silencio como forma de consuelo.
Los forasteros que miraban pensaban que era muy fuerte, pero si prestaban atención, sus ojos estaban rojos.
En ese momento, el bebé tenía dificultades para abrir la boca para hablar.
"Papá...mamá...oh, tengo problemas para respirar, ¿estoy a punto de morir?"-Isagi
El bebé miró a sus padres. Aunque su cuerpo estaba extremadamente débil en ese momento, sus ojos permanecieron sin cambios.
Sus ojos azules se llenaron de la luz del cielo inocente.
"¡No, no! ¡No digas tonterías, eso nunca sucederá!"-Isagi Iyo
Al escucharla decir eso, le dolió muchísimo el corazón.
"¡Así es, volverás a estar saludable y luego te llevaremos a comer muchos camarones y kintsuba!"-Isagi Issei
Él sonrió y acarició suavemente la cabeza del bebé para consolarla.
Pero al contrario de esa gentileza, sus manos temblaban.
Porque él e Isagi Iyo sabían que esta era la última vez que hablarían con ella.
"¡Ah! Camarones y kintsuba"-isagi
El bebé se rió y saltó. Aunque sentía un poco de dolor, en realidad no le importaba.
"¡Hola, yoichi, espero que yoichi se recupere pronto para poder ir a comer camarones!"-isagi
El bebé sonrió alegremente, pero los abuelos vieron la sonrisa del bebé y quedaron aún más desconsolados.
El bebé y sus padres hablaron alegremente durante un rato y luego el bebé sintió sueño.
"um...papá, mamá, tengo mucho sueño"-isagi
El bebé se frotó los ojos y luego se volvió a recostar en la cama, sus ojos parecían a punto de cerrarse.
"¡No duermas ahora, niña mía! Te lo ruego con muchas ganas..." -Isagi Iyo
Sabía que el bebé estaba a punto de dejarla, así que trató de animarlo.
El señor Isagi Issei ya no lucía tan fuerte como antes, sus lágrimas comenzaron a caer.
"Ahora no es momento de dormir, cariño... tienes que permanecer despierta para que mamá y papá puedan llevarte a comer" -Isagi Issei
"Espera a que Yoichi duerma un poco y luego se despierte. Mamá y papá llevarán a Yoichi a comer..."-isagi
La voz del bebé se fue debilitando poco a poco y sus ojos se cerraron, señalando su partida.
En ese momento, la señora Isagi Iyo se cubrió la cara y rompió a llorar.
Su amado hijo la ha dejado
El señor Isagi Issei también lloró y la abrazó, ambos abrazados por el fallecimiento del bebé.
En ese momento entró el médico y pidió a los abuelos que salieran.