Mi Razón De Vivir

capitulo 2

Leslie:

Escuchaba tu nana de Babi, David está al lado mío, él estaba jugando una carrera de autos en su celular,muy concentrado. Mejor, así se mantenía en silencio, por lo menos por un rato.

Esperábamos pacientemente a la profesora de química,se retrasó por 10 minutos, estoy llegando a pensar de que, probablemente,la atropellaran. Esa señora cruza la calle como si tuviera 6 vidas más,se escuchó la puerta abrirse de golpe.

- disculpen la tardanza,el bus no llegaba.- quiso dar contexto.

Como si me importará su vida y la de los demás.

No me mal entiendan,esta mujer es muy amable, pero me desagrada las personas,como a alguien que tengo al lado que, después de unos minutos, dejo de jugar ese juego.

- empecemos con la clase.

La clase transcurrió con normalidad, excepto que tenía que darle un golpe en la rodilla a David por estar murmurando en mí oído por medio minuto,¿este chico no tiene botón de apagado?

Después de la clase,me habla:

- me caes bien,¿Sabías?- sonríe como un angelito.

- no me interesa,¿Sabías?- con mí normal tono de sarcasmo.

- eres mala.

- porqué mejor no te pones a jugar tu porquería de carrera de autos,y te colocas un pedazo de cinta en la boca.

Entreabre la boca, ofendido.

- no es una porquería, que tú no tengas juegos no es mí culpa.

- claro que tengo un juego,y es mí favorito.

-¿Ah, sí? ¿Cuál?- retandome hasta con la mirada.

- tirarte por unas cuantas escaleras, haber cuánto aguantas sin desmayarte.- sonreí de lado.

Tragó fuertemente, mirándome con los ojos levemente abiertos.

- ¿No tienes otro... menos cínico?

- hacer silencio si no quieres caer en coma.

- ese suena un poco más mejor.

- sí, ahora, cállate.

Fui a las gradas, siendo seguida por el castaño pesado que tengo atrás como si fuera un chicle,me siento y David me imita.

- hoy traje patatas fritas y una hamburguesa. ¿Y tú qué trajiste?

- una porción de pizza.

-¿Solamente eso?

- no soy de comer mucho.

- deberías comer mucho, dicen que comer hace bien a tu salud.

- pero no al mental.- solté inconscientemente.

Hubo un silencio, ojalá hubiera cerrado mí boca.

- puedes comer todo lo que quieras,al fin y al cabo,las palabras solo son palabras. Nada más.

Ví como dividía la hamburguesa en dos,y la mitad la extendió en mí dirección.

- eh...no, gracias. Estoy bien así.

Negó con la cabeza.

- insistiré si no lo aceptas.

Bufe y,de mala gana, agarré la mitad de la hamburguesa, cuando lo probé él me seguía viendo,con un brillo peculiar en sus ojos.

- ¿Está rico, verdad?

- no lo negaré.

Sonrió,mostrando sus perfectos dientes blancos, antes de comer su otra mitad y las patata. Yo me comí la pizza y la media hamburguesa,debo admitir que estuvo muy rico. Un rato después vimos a los del equipo del fútbol americano, entrando a la cancha,con sus uniformes y esos cascos.