Prólogo

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Seth

—Estoy bastante emocionada con esto, Seth. Creo que este será el bueno.

Le doy una rápida mirada a mi hermana y vuelvo la vista al frente mientras manejo. Prometí llevarla hoy, el otro día no pude traerla, además quiero saber en dónde va a estar por cualquier emergencia, luego puede venir ella sola.

—Si tú lo dices. — Vamos a la pista de hielo Paradise, estuvo investigando y descubrió que dan clases, así que se inscribió.

—¿No me tienes fe, Seth? Te demostraré lo contrario, ya verás, luego me pedirás disculpas y yo te diré: "te lo dije"—Rio sarcásticamente.

—No se trata de tener fe o no, Sira, es que ya has intentado tantos deportes, pero te aburres muy rápido y los abandonas, entonces ahora lo dudo, pero no te preocupes, te apoyo. — Le sonrío y levanto el pulgar.

—No te burles, además no fueron tantos deportes.

—¿No? Déjame repasar, voleibol, fútbol, ballet, gimnasia, atletismo, béisbol, natación, incluso estuviste un día con nosotros bailando, y dijiste que no te gusto porque todos bailaban mejor que tú.

—Ya, está bien, pero siento que con este es diferente, en serio te lo digo. —Es la primera vez que la oigo tan segura de algo, quizá tenga razón, pero con ella nunca se sabe, un día está segura y al otro no.

Después de eso nos quedamos en silencio, sólo con la música del radio, ya casi llegamos, lo bueno es que no está muy lejos del departamento. Sira se mudo conmigo hace poco, ya que va a entrar a la universidad, y mi hogar está más cerca que la casa de mis padres.

—Oye, Seth. — Frunzo el ceño, su tono de voz se oyó más serio que hace un momento.

—¿Qué pasa? ¿Está todo bien?

—Si, si, no te preocupes, sólo quería preguntarte, ¿En serio dejarás el baile?

Oh.

Por eso la seriedad, llegamos a la pista y estaciono. La miro y veo su rostro de preocupación, bueno, no quiero preocuparla, así que sonrió con calma.

—No te preocupes, fresita, estoy viendo eso, y no creo dejarlo, sólo será tener más descansos, seguiré bailando. — Al menos eso es lo que quiero hasta ahora, me duele mentirle, pero no quiero que se estrese por cosas mías. Le jalo un mechón de cabello rosa y bajó del carro.

Sira baja rápido y entramos juntos a la pista.

No sé qué decir de la pista, sólo es... Una pista de hielo.

Bueno, para ser más especifico, está rodeada de varias gradas de color morado para el público, supongo, y algunas bancas blancas más cerca para los patinadores, creo yo, sino son puras mentiras mías, meh, da igual, la verdad no le doy mucha atención.

Es lo suficiente grande para todas las personas que se encuentran, no hay público, sólo patinadores, y tienen la pista dividida en dos, de un lado mujeres con su entrenadora y del otro hombres con su entrenador, curioso.

Bien, ya que revise que todo es seguro y no hay peligros, hora de despedirme de Sira.

—Bueno, ponte ahí para tomarte una foto. — Ella se ríe, pero cuando ve que estoy hablando en serio su sonrisa se borra.

—¿Es en serio? Claro que no Seth, que vergüenza, ¿para qué quieres tú eso?

—¿De qué hablas? Yo para qué quiero fotos tuyas, mejor nada, pero nuestros queridos padres quieren una, así que aguántate. —Justo cuando Sira me está reclamando, yo la dejo de oír porque algo capta mi atención, bueno, alguien capta mi atención.

Una patinadora que acaba de hacer un salto con giro impresionante, no sé cómo se llama el movimiento, pero se ve bien haciéndolo. Lleva su cabello negro en una coleta alta con algunos mechones sueltos, va vestida totalmente de negro, cuando levanta la vista veo que sus ojos son de un azul intenso. Tiene una belleza natural.

—¿Qué ves? Oh, por lo que me contaron ella es Megara Fletcher, es increíble, pero según dicen los chismosos, ha tenido algunos problemas los últimos dos años, su entrenadora se ha vuelto mucho más exigente.—Mientras Sira me cuenta todo eso, sigo mirándola, en serio atrae tu mirada.

Justo como dice mi hermana, veo como su entrenadora empieza a regañarla, no oigo lo que dice, sólo unas cuantas cosas, pero se ve enojada. Aún así Megara sigue con la mirada arriba, desafiante. Sonrió.

—Interesante. —Sira me ve confundida, niego con la cabeza, le doy unas palmaditas en la cabeza y me despido de ella.

Ya en el auto recuerdo que tenía que tomarle una foto a Sira, cosas de la vida. He decidido venir mañana, creo que podría ayudar a Megara con su problema y al mismo tiempo ella a mí.


N/A:

Holaa, bienvenidos a esta bella historia que estoy haciendo con mucho amor, espero que nos acompañen a mis personajes y a mi hasta al final, y que disfrutemos todos juntos, no tengo mucho que poner, sólo esperen actualización, paciencia porfis jsjs.

 Gracias por leer, se despide la autora que tratara de no tardar en actualizar.

¡Nos leeremos pronto!

¡Nos leeremos pronto!

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¿Bailas conmigo, Meg?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora