Jaehyuk, un joven coreano apasionado por el arte, se mudó a Tokio para estudiar en la prestigiosa Universidad de Arte de Tokio. Asahi, un hermoso joven japones con un talento innato para la pintura pero sobre todo para la poesía, trabajaba en una galería de arte en el barrio de Shibuya.
Un día, mientras Jaehyuk exploraba la ciudad, se topó con la galería donde trabajaba Asahi. Quedó impresionado por la belleza de las obras expuestas y, sobre todo, por la sonrisa de Asahi. El, muy tímido, se ruborizó y bajó la vista.
Días después, Jaehyuk regresó a la galería, esperando ver a Asahi de nuevo.
Jaehyuk entró en la galería de arte, buscando inspiración para su próximo proyecto. Asahi, con su atuendo florido y su sonrisa radiante, trabajaba en la exposición de ese día.
"¡Hola! Bienvenido a la galería", dijo Asahi, sonriendo.
"Gracias... Me llamo Jaehyuk. Soy artista", respondió Jaehyuk, extendiendo su mano.
"Asahi. Mucho gusto. ¿Te gusta el arte?", preguntó Asahi, estrechando su mano.
"Sí... Me encanta. Me inspira", dijo Jaehyuk, mirando a su alrededor.
Asahi se acercó a Jaehyuk y comenzaron a hablar de arte y creatividad. A medida que hablaban, Jaehyuk y Asahi se dieron cuenta de que compartían una conexión profunda.
"Me encanta tu estilo... Es único", dijo Asahi, mirando el cuaderno de bocetos de Jaehyuk.
"Gracias... Me inspiras", respondió Jaehyuk, sonriendo.
Y así, en ese momento, Jaehyuk y Asahi supieron que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.
"¿Quieres salir conmigo?... Quiero mostrarte mi arte", preguntó Jaehyuk, con la esperanza en su corazón.
"Sí... Me encantaría", respondió Asahi, sonriendo.
Y comenzó una hermosa historia de amor y arte, que cambiaría sus vidas para siempre.
Una noche, Jaehyuk invitó a Asahi a un paseo por el río Sumida. La luna iluminaba el agua, y Asahi se sintió como en un sueño. Jaehyuk tomó su mano, y Asahi supo que estaba enamorado.
Juntos, exploraron la ciudad, compartiendo risas y sueños. Jaehyuk pintó un cuadro de Asahi, y el escribió un poema para él. Su amor crecía con cada día que pasaba.
Pero, un día, Jaehyuk recibió una oferta para estudiar en Nueva York. Asahi se sintió triste, pero Jaehyuk le prometió que regresaría por el.
Un año después, Jaehyuk regresó a Tokio, con un corazón lleno de amor y un anillo en su bolsillo. Llevó a Asahi al mismo lugar donde se conocieron y se arrodilló. "Asahi, mi amor, ¿quieres pasar el resto de tu vida conmigo?" Asahi lloró de felicidad y dijo sí.
Se casaron en una ceremonia tradicional japonesa, rodeados de amigos y familiares. Jaehyuk pintó un cuadro de su boda, y Asahi escribió un libro de poemas para él.
Vivieron felices, rodeados de arte y amor, demostrando que la conexión entre dos almas puede superar cualquier distancia cultural o lingüística.

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Arte y Alma
Romance"¿Qué nombre le pondremos?", preguntó Asahi, mirando a Jaehyuk. "Algo que refleje nuestro amor por el arte y la vida", respondió Jaehyuk. "¿Qué tal 'Arte y Alma'?", sugirió Asahi. "Me encanta", dijo Jaehyuk, sonriendo. Así que abrieron "Arte y Alma"...