Subo la mirada hacia la cara de la persona que acaba de hablar, claro que no puede ser otro que el chico odioso. Me percato de que tiene un piercing en la parte inferior derecha de la boca, y otro en la parte izquierda de la nariz, ambos negros.
- Lo sé - respondo sin importancia. Camino hacia el mueble donde guarda la odiosa mujer propietaria de esta casa las correar de sulfus, cojo una roja y me arrodillo en frente del idiota.
Ese idiota no va ha hacer que me sienta cohibida ni avergonzada, si yo quiero miro y punto, él no es quien para decirme que tengo que hacer.
Me mira con el ceño fruncido.
Y ahora que le pasa, es bipolar o qué? Primero ríe y sin venir a cuento me habla de una manera muy borde y me frunce el ceño, es que no hay quien entienda a los chicos.
- Lo que tu digas, ahora suelta al perro que me voy a pasearlo - ordeno y él hace caso, suelta su collar y deja que Sulfus corra hacia mi para poder ponerle la correa.
Una vez puesto la correa salgo con Sulfus hacia la puerta de entrada, antes de irme grito a la señora odiosa que volvemos en una hora.
- Bueno Sulfus hoy he descubierto que vives rodeado de personas majisimas - comento con sarcasmo.
Sí, estoy hablando con un perro, pero es el único ser que me escucha.
Sigo andando hasta divisar la entrada al parque de perros que han hecho en el pueblo antes de llegar a los barrios bajos. Dejo suelto al mastín para que corra y se canse, cuanto mas cansado mejor, así cobro más.
Mientras camino por el parque voy buscando un banco en el que sentarme a esperar a que pase la hora. La verdad es que una hora alejada de casa no me viene mal, mi padre está todo el día inmerso en su trabajo como representante de futuras celebridades, él es muy bueno en su trabajo, pero porque está todo el día encerrado en su despacho ideando nuevas formas de hacer que sus clientes destaquen. Luego estan mis hermanos, los dos son idiotas, Daniel es muy infantil y Jared muy sobreprotector, pero todas las personas nos caracterizamos por algo.
- Bu! - grita alguien detrás de mí. La primera reacción de una persona normal es gritar, yo no, no soy normal, eso está claro. Por lo tanto me giro con los ojos cerrados y doy puñetazos sin ton ni son hasta que me atrevo a abrir los ojos, que suele ocurrir en unos diez o quince segundos.
Al abrirlos me encuentro con un Andrew con la mejilla inchada.
- Pero tu eres idiota! - le grito - No se puede ir por la vida asustando gente! Sabes que casi me da un paro cardiaco? Y si moría aquí por tu culpa? Deberías pensar un poco en los demas! No puedes ir por la vida como "Oh mirame asusto a chicas indefensas porque puedo y quiero, soy muy malo"! - estoy histérica, no me puedo creer que ese idiota se haya llevado un puñetazo en la cara solo por una broma. Esque sabe que odio que me asusten!
- Muy buenas a ti también - dice pasandose una mano por la mejilla en la que le he pegado.
- Esque sabes que odio que me austen - le fulmino con la mirada mientras sigo andando por un sendero.
- Normalmente hace falta mas cosas para asustarte, no solo un simple Bu - se coloca bien las gafas mientras pasa sus manos por detrás de la nuca mientras sigue caminando - no se como sigo aguantando ser tu amigo, creo que debería replantearme eso de hacerte el vacío.
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Troublemakers
JugendliteraturVamos a ver señores, que persona de este mundo mira a otra y sabe al instante que con esa va a pasar el resto de sus días? NADIE! Seamos realistas no creo que haya vírgenes a los treinta y mil años esperando al adecuado, NO! O puede que sí, pero d...