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23/06/24, 23:40

Ricky estaba tirado en su cama, no había hablado con Gyuvin desde hace una semana, y por alguna razón se encontraba desesperado por ello.

No era normal que Gyuvin no le escribiera por lo que en un inicio se había preocupado, pero luego vio a su mayor conectado incluso a altas horas de la noche, y eso lo hizo indignarse.

¿Cómo se atrevía Kim Gyuvin a no hablarle?

No todo lo que Ricky sentía era indignación, sino también decepción.

En unos minutos sería su cumpleaños, y Gyuvin siempre acostumbraba darle una sorpresa justo cuando eran las doce.

Faltando siete minutos para las doce se decidió por dormirse y no hacerse ilusiones, pensó que quizás Gyuvin tenía mejores cosas que hacer.

Cuando estuvo a punto de cerrar sus ojos, la puerta de su cuarto se abrió y un Gyuvin con sus manos llenas de regalos entró.

- hola solecito, mira lo que trai... ¿Estás bien?

Ricky miraba a Gyuvin con sus ojos cristalizados, ¿Enserio iba a dejarlo olvidado por una semana entera, y después llegar y llenarlo de regalos como si nada?

- Eres un tonto Kim, ¿Por qué no me escribiste en toda esta semana?

- ¿En serio estás así por eso, Ri? - el contrario no dijo nada, simplemente giro su cabeza hacia otro lado - estuve ocupado ¿Si? Lo siento.

- Una disculpa no va compensar nada - dijo, cruzándose de brazos.

- Una disculpa quizás no, pero creo que tengo algo que si.

Ricky iba a cuestionarle, pero no pudo decir nada porque los labios de Kim se juntaron con los suyos.

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Stolen Kisses [ Shimkongz ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora