Los dos Hashiras, los dos no se agradan mutuamente pero ¿que van a hacer? simplemente se ignoran entre comentarios que se hacen, Obanai Iguro hace más esos comentarios que pueden cambiar de una noche a la mañana, ¿Obanai se va a intoxicar o algo así...
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”Arranca los problemas de raíz, haces que se confunda mi miedo con humo.”
Al diablo, no quería cuidar a Tomioka ¿Por qué acepte? Aunque Mitsuri me agradeció por hacer ese trabajo. Las hijas del patrón me había dado una pequeña nota con la dirección de la finca de Tomioka, claro ese imbecil vivía muy lejos pero tenía lo necesario para irme a vivir alla por un tiempo.
Estaba enfrente de la finca de Tomioka, era grande o no lo niego.
—...Tomioka, ya estoy aquí...con tu permiso voy a pasar.— Abrí la puerta de la finca, era muy grande pero muy vacia. No tenía casi nada, entre para luego cerrar la puerta sin hacer casi ruido, tal vez ahora Tomioka estará durmiendo...no es por ser chismoso pero quiero ver toda la finca.
Iba a investigar cada rincon pero oi como alguien salía de una habitación, era Tomioka con una yukata blanca.
—Obanai...El patrón ya me informo que ibas a venir a cuídarme.... gracias— ¿Dijo gracias?...¡¿GRACIAS!? —Asi...al lado de mi habitación está la tuya, hay un futon y diferentes mantas...— Dijo sosteniéndose en la pared, olvide que estaba casi muerto en vida.
—Uhg, Tomioka debes de descansar. Y no era necesario, ven vamos a acostarte...si saben que no te cuido bien me matan... principalmente la mariposa. — Lo lleve hacía su habitación solitaria, nunca había sentido tanta soledad. Tomioka se acostó con cuidado, Shinobu me había dicho que si veía sangre en la ropa era porque se le abrió algunas heridas que ella había cosido, pero como yo no sé nada de enfermería no quería que eso pasara.
—Tks...Bueno imbécil, espero que no seas una molestia para mí en este mes...— Rodee los ojos, ya se había anochecido.
—.... Gracias Obanai...— Dijo con su típica mirada sin amigos.
—No lo tienes que agradecer, es parte del mugre trabajo....cómo... compañeros— Odie decir eso.
—...— Se quedó callado viéndome.
—...¡¿Que tanto me miras!?— Comente enojado, se sentía incómodo que me mirara.
—Nada...— Desvío la mirada hacia arriba del techo, sus ojeras se notaban mucho.
—Ya me iré idiota, voy a dormir...por cualquier cosa me avisas aunque no creo que puedas gritar. Bueno, estare vigilando si estás bien....buenas noches—Con eso me fui a la siguiente habitación, Kaburamaru estaba dormido en mi haori. Me lo quite con cuidado para acostarme finalmente.
—Esto va a hacer inicio de un infierno.....—.
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