CAPTIULO 5: De Tal Palo, Tal Astilla

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IMPERIO DE AZTLAN
PALACIO IMPERIAL.
SALA DE REUNIONES 3

-Princesa Ketzaly, tiene una solicitud de audiencia rápida-

-¿Quién es Skoda?-

-El señor Himschel-

-Dile que no estoy disponible-

-...Eso es de mala educación princesa-

Skoda miro de manera furiosa a Himschel,  entonces se acercó lista para reprenderlo.

-Skoda, alto, déjanos solos, al parecer las personas estúpidas no aprenden modales-

Himschel solo se limito a sonreír mientras se sentaba en la mesa frente a la princesa, quien lo miraba de manera fría e indiferente, la atmósfera era tensa, se sabía que Himschel siempre había estado en contra del emperador y de ellas, buscando incluso cambiar cosas en el gobierno.

-¿Y bien, que quieres?, apresúrate no tengo demasiado tiempo-

-No hace falta tal nivel de agresión princesa, sabe, no entiendo porque soy tan despreciado, soy un excelente trabajador de esta nación, logre hacer que bajaran los problemas entre los humanos y las demás razas, he tenido logros notables en cuanto a planificación de estrategias sociales, incluso resolví la crisis que amenazaba con un levantamiento armado de los humanos refugiados -

-Si, no niego tus avances y tus capacidades, es de admirar eso, por ello es que estas en el puesto que tienes ahora, nadie te reclama que no seas capaz, pero bien sabes que siempre has estado en contra de mi padre y de mi madre, además, sabemos que tienes una disposición a volver a meter las viejas costumbres de los países enemigos de Aztlan-

-Princesa, con todo respeto, creo que usted y sus padres están exagerando, ha habido diferencias de opiniones entre nosotros, pero, ¿Donde no habría diferencias de opiniones?, incluso sus padres debieron haber tenido diferentes opiniones en algún momento, ¿Que gobierno funcionaria si todos estuvieran de acuerdo?-

-Eso...-

-Recuerdo bien que a pesar de que el emperador de Aztlan tiene el poder absoluto y la supremacía autoridad, jamás ha implementado alguna ley o reforma sin escuchar antes a sus subordinados, o al pueblo del imperio, incluso sus subordinados han creado leyes con la autorización del emperador-

-Es cierto, pero, el que hayas intentado implementar las antiguas costumbres de los países bárbaros en este imperio-

-Princesa, quiero que medite algo por un momento, todos los humanos del distrito norte, son descendientes de aquellos refugiados rescatados de los antiguos países que fueron destruidos por los demonios, cuando el rey demonio lanzó esas bombas de destrucción masiva sobre ellos, ellos perdieron todo, sus tierras, sus países, sus vidas,  el imperio les rescato, les alimento y les dio una calidad de vida inigualable, incluso yo estoy agradecido por ello, ya que también desciendo del extinto reino de Escandinia, dígame, ¿Es malo que todavía quieran aferrarse a los recuerdos de sus antepasados caídos?-

-Yo, yo, bueno, si puede ser algo correcta esa afirmación, pero...-

"Maldición, fue mi padre quien lanzó esas armas de destrucción masiva para darnos tiempo de resistir al embate del ejercito del rey demonio, nadie mas que mi madre, skoda y otras dos personas saben de eso..."

La culpa entonces comenzó a entrar en el corazón de la princesa del imperio, quien miraba algo preocupada a Himschel,  analizando sus palabras, todo tenía sentido y lógica, pero había algo mal, entonces pregunto finalmente.

-...¿A que quieres llegar con todo esto?...-

-Quiero tenerla de aliada, que sea mi aliada en este ambiente que es hostil conmigo, solamente por pensar diferente, mi intención no es dañar al imperio, solo quiero poder ayudar a mi gente y aquellos que perdieron todo-

Invocando a Aztlan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora