PRÓLOGO

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La cálida luz de la luna resplandecía en aquella laguna, el viento era apenas un silbido que se aferraba a las ventanas y especialmente a la suya, la golpeaba con tanto ímpetu que daba la impresión de querer entrar y esconderse en ella, ¿Acaso era un aviso de lo inevitable?, o ¿Solo era el viento iracundo de todas las noches?, nada nuevo, a decir verdad, ni siquiera un susto de la naturaleza podría despertar a aquella joven de su ensimismamiento, sus orbes se opacaban en la oscuridad, su vista estaba pero su mirada de expectativas se encontraba en la laguna, aquella que fue improvisada por la lluvia hace una semana.

Su entendimiento era palpable como el polvo en la luz, sus ojos penetraban mas de lo que podían ver, lo recorría minuciosamente desde el inicio hasta el final, era extraño de ver, ¿Qué era lo que esperaba con tanta calma?

Se mantuvo impasible por un momento, pero luego hizo un gesto desdeñoso, frunció levemente el entre cejo y prosiguió a voltearse, pero entre tanta espesura del silencio que solo la calma de esa noche daba un "croack" interrumpió abruptamente su transcurso. Se sintió la espesura del frio que colaba entre la madera, la luna se sintió más pesada y sus expectativas llenas de realidad; volteo apresuradamente llevando su vista nuevamente a aquel lago, sus expectativas dieron a luz a su temible pero esperada respuesta.

Una rana y otra, e innumerables ranas salían del lago. Algunas se posicionaron en las orillas y otras saltaban para ser nuevamente tragadas por el oscuro lago. Otra vez, nada nuevo, las mismas ranas del año pasado.

Pero...

Que pasaría si este año no iba a ser igual a los demás años, o a ningún otro, o solo tal vez, nunca volvería a serlo jamás.

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