Cordobesa ; Milo J.

Una sonrisa en la cara y lagrimas en el corazon

─Sos un hijo de puta... Como vas a hacer eso, Luciano.─

─Y bueno, linda. Es mejor que vayas a córdoba, o no ves a camilo nunca más.─Sus manos apretaron mis mueñecas con fuerza haciendo que suelte una risa amargada, y a la vez ahogada

─Y que le vas a hacer al pobre? Tiene 12 años, Vas a ir preso, marciano, digo, Luciano.─

─Mira piba, ubícate, por que sabes que mateo te tiene calladita. Hace un movimiento y el nene aparece muerto.─

─Y bueno... Pero yo puedo decirle lo que hiciste con la laura y ahí se te acaban los problemitas que tenes conmigo.─Le conteste sintiendo como una pequeña chispa de ira se prendía.

─Ojalá caigas muerta.─

─Voy a estar en córdoba.─

─Ah viste... Como haces caso.─

─No te rompo la cara por que vas a andar de maricon a decirle a tu papa.─

─Maricona tu tía...─

─Luciano corre por que el sabado tu novia aparece en el hospital.─Dije mientras golpeaba su rodilla con mi pierna haciendo que suelte mis manos.

─Te veo mañana en el cole.─

Solo sonreí mientras inclinaba mi cabeza hacia adelante, viendo como caminaba hacia la salida del callejón.

Si se pregunta que fue lo que paso. Ya les doy un pequeño resumen.

Miren, yo soy novia de un pibe, de 16 años, que se llama mateo, y bueno, como soy su novia, me tiene haciendo cada pavada, por ejemplo, me anda diciendo que le lleve la marihuana a tal, y eso. Y por su culpa ahora estoy en riesgo, si no voy a vivirme a córdoba, camilo aparece muerto, y bueno, yo no quiero que mi amigo esté muerto por meterme en cosas que no debía. Y si me dicen el por qué, ni yo se, Me parece que es por que mateo no quiere que ande con cami, ni con unos amigos que tengo en la secu. Anda a saber por qué es un celoso de mierda.

Bueno, cambiando de tema, tengo que ir a visitar a cami, pero primero vamos a comprar a lo chino.

─Bueno' dia'─

─Hola, buenos dias, de casualidad no tendrás yerba? La clásica.─

─La que siempre lleva su mamá?─

─Ehh... Si, esa misma.─

─Me quedan dos paquetes, de los medianos.─

─Tranqui, dame los dos.─Dije sacando la billetera de mi bolsillo.

─Bueno... Serian cuatrocientos.─

─Dale.─Saque cuatro billetes de cien y se los di, y el después me dio la yerba

─Muchas gracias, que tenga un lindo día.─

─No, de nada, gracias a usted.─Conteste con una sonrisa mientras lo saludaba con la mano, y salía del super.

Menos mal no me atendió la vieja chota esa, presumiendo que su hijo se va a casar con mi mamá. Y a mi que me importa vieja poronga, yo vine a comprar, no a saber sobre la vida de mi mamá, pedazo de crota, que ni zapatillas tiene, usa siempre las mismas ojotas todas rotas... Me pase creo.

─Campos?─Una voz reconocida retumbó en mis oídos.

─Santi? HOLAAA─

─Holaa, que haces?─

─Iba a tu casa justo, ¿esta cami?─

─Yo iba a lo chino, y si... Cami esta en casa, justo te iba a llamar para ir a merendar.─