Hace unas horas que la tormenta había comenzado, fue todo tan repentino que incluso parecía algo planeado solo para atormentarme, es que acaso nunca podría estar bien por un momento?
Arrastraba mis pies mientras caminaba hacía la casa que compartiamos, sin embargo, no es lo mismo sin ti, tu prescencia esta en cada rincon de esa casa, en las paredes, en el suelo, incluso en el aire. Me pregunto si ahora estas descansando en paz, en un hermoso paraíso, te lo mereces, mereces tener un descanso despues de soportar mis actitudes violentas por tantos años. A pesar del tiempo sigo visitando tu cuerpo que yace frío bajo la tierra humeda, ni siquiera me había tomado la molestia de enterrarte adecuadamente, todo por culpa de mi ira.
Por fin pude llegar a nuestro hogar y descuidadamente me arrojé a la cama, recuerdo cuando solías regañarme por no secarme despues de una ducha, talvez mi mente me hace recordar esos momentos de paz para no volver a caer en la culpa por todo el daño que te causé, creeme que jamás podré perdonarme por lo que hice, tantas lagrimas que derramaste, tantas suplicas calladas, tantas falsas esperanzas.
El recuerdo de tu dulce e inocente sonrisa me quema el alma, la culpa no se iría jamás y no puedo aceptarlo, no puedo aceptar que mis puños provocaran tu partida, es como vivir el infierno en vida, como es posible que me afecte tanto si se supone que te odiaba. Para este punto ni yo me creo todo lo que te dije, la verdad es que no te lo merecías, nunca lo hiciste, yo simplemente te rompí en lugar de darte el cariño y amor que siempre deseabas con la mirada, sabía exactamente lo que más anhelabas y de todas formas aplasté y destrocé cada una de esas esperanzas, golpeandote e insultandote como siempre lo hacía.
Ahora me pregunto porque nunca me detuviste, nunca intentaste escapar o pedir ayuda, fue por miedo acaso? De cualquier forma sé que no obtendre una respuesta, lo unico que me queda es apretar las sábanas y soportar el llanto.
Donde sea que estes, no te pido que me perdones, eso sería algo imposible, solo espero que puedas continuar sin mi, sabes que no me necesitas, sabes muy bien que conmigo nunca habrías podido ser feliz, desde el comienzo todo fue una ilusion, una mentira tan dolorosa para ambos.
Todo esto rondaba en mi cabeza mientras me envolvía en las mantas calidas de la cama, ni siquiera podía tener un descanso de tanta culpa, es mi condena por todo lo que hice, retorcerme en la culpa y el anhelo, porque esta historia debe tener un final adecuado, lo que más deseo es volver a verte y decirte de frente todo lo que jámas me atrevi a decir, lo mucho que lamento cada golpe e insulto que te grite, lo mucho que te amo y amé, a pesar de todo.
Me levanto de la cama y me acerco a la soga que colgaba del techo, lista para darme el ultimo aliento y el comienzo de mi verdadero castigo en el infierno.
Que nuestras almas descansen en este hogar y nuestro amor florezca una vez más por toda la eternidad.
