" Él está... bien."

Única parte

Kusuo ha aprendido a vivir con sus poderes y, en general, lo hace... bien. Es un poco molesto tener que usar siempre guantes y, claro, es extraño ver el interior de cada persona que conoce, pero ya está acostumbrado. No le molesta la mayoría de los días.

Pero algunos días son peores que otros.

Algunos días llega a su punto de quiebre.

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Kusuo cierra los ojos e intenta contener el desbordamiento de poder, pero no lo consigue. Sigue saliendo, filtrándose por sus poros y crepitando como pequeños relámpagos que caen a su alrededor.

Es como un gran peso que se asienta entre su estómago y sus pulmones y que le hace respirar cada vez más profundamente hasta que siente que no respira lo suficiente.

Kusuo siente como si fuera el color negro: una sensación sólida y pesada dentro de él que le dice que no está haciendo algo bien y es como si no estuviera usando una de sus extremidades, por lo que se acalambra y comienza a doler.

Se desliza por sus entrañas hasta que tiene que usar sus poderes o se desbordará y lo inundará, y aún así se vuelve más pesado. Es una energía que se acumula cada segundo que existe. Hace que Kusuo sienta que quiere limpiar todo dentro de él hasta que finalmente haya espacio para la normalidad. Hay un sabor amargo que acompaña al peso negro en su estómago-pulmón. Sabe a electricidad.

Normalmente, está bien, controla su poder y libera energía de pequeñas formas. Pero algunos días son más difíciles que otros y está fuera de control y eso está bien, está bien, va a la escuela y repara la pared que rompió y finge que su visión no se está nublando con la energía pura que rebosa en su interior. Y está bien cuando Kusuo se va a casa e intenta fingir que no pasa nada.

Está bien.

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Tiene que mantener sus poderes bajo control, lo sabe. Kusuo lo sabe perfectamente: la certeza de que podría destruir el mundo sin despeinarse siempre le pica la piel, es una conciencia constante de algo que desearía no saber.

A veces, simplemente quiere soltarse del control que tiene sobre sí mismo y relajarse. A veces, quiere respirar.

Pero no puede. No importa. Está bien.

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Hay una sensación extraña que surge al llevar el anillo de germanio.

Está bien. Es un alivio bienvenido de los pensamientos constantes y del flujo constante de poder dentro de él. Pero también es...

Kusuo no sabe cómo vivir sin el dolor en los huesos y un leve dolor de cabeza y el ajetreo de la gente a su alrededor, respirando, viviendo y pensando constantemente. No sabe cómo vivir sin la presión constante entre sus pulmones y su estómago.

No sabe relajarse, pero no importa. Kusuo no necesita relajarse.

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Kusuo vive con muchas habilidades, algunas de las cuales ni siquiera conoce. Está bien, en realidad es genial, si tan solo todos lo dejaran en paz y lo dejaran existir de vez en cuando.

De todos modos, no está mal. Él está bien.