Una semana y ya siento que te quiero

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Katsuki no sabía como sentirse, sabía que Izuku no lo amaba, pero la forma en la que se esforzaba para que estuviera cómodo, incluso si eso incluía alejarse

Izuku siempre lo saludaba por las mañanas con una gran sonrisa cuando él llegaba de salir a correr, además de siempre dejarle en la cocina antes del irse a trabajar un desayuno (La comida y la cena la hacía él), el peli verde siempre le traía algún que otro presente, ya sea una simple rosa, una pequeña carta deseándole un buen día (Nada incluía un "Te amo") o incluso algún dulce (Katsuki no lo sabía, pero tenía el presentimiento de que Izuku les pregunto directamente a sus padres para saber eso)

No eran más que detalles simples, cualquiera, sin intenciones románticas (De esos se quería convencer él) y demasiado acaramelados, incluso un poco molestos (Aunque muy en el fondo Katsuki sabía que le hacían feliz)

Izuku siempre alagaba su comida, elogiaba su atuendo (Aun si este estaba cubierto de sudor o tierra. Ese estúpido perro lo hizo tropezar ¿Bien?) Y nunca se olvidaba de desearle un buen día antes de salir a trabajar

Las primeras semanas Katsuki juro que Izuku estaba tendiéndole una trampa o algo por el estilo, aunque después de verlo actuar así de amigable con un cartero (Literalmente lo dejo entrar, le dio agua, hablo con rato con él y le regalo un bocadillo antes de irse. Si, el maldito cartero) dejo de pensar eso, Izuku al parecer era así con todo el mundo (Incluso con la gente maleducada, quienes después de notar que no importaba lo que hicieran, Izuku no perdería su sonrisa o les seguiría el juego, se disculpaban o se alejaban avergonzados)

El chico era demasiado paciente, recalca Demasiado, era inteligente (Reparo la licuadora en diez minutos cuando esta se descompuso), era amoroso, tranquilo, amaba a todo el mundo y sonreía como idiota todo el tiempo. A Katsuki le daban ganas de dejar de fingir que era buena persona nada más para verlo sacado de quicio

Katsuki no podía evitar pensar en que su esposo era raro

...

Katsuki suspiro entrando a la casa con el ceño fruncido y la molestia clara en su rostro

Recientemente al parecer el esposo de su hermano decidió adoptar un gato, al cual llamaron Luna o algo así, pero resulto ser que ese gato era el mismo diablo en versión gato. Era un jodido dolor de cabeza, y la maldita tuvo el descaro de arañarlo cuando él estaba de su lado. Así que tomo una decisión, no quería mascotas en su casa

-Ya llegue

Dijo desde la puerta Izuku entrando mientras se aflojaba la corbata

"Maldita sea" tenía que llegar le imbécil justamente cuando no tenía ganas de fingir ser buena gente, pensó que al menos tendría un rato para estar enfadado, pero su momento se arruinó

-Bienvenido

Saludo el rubio forzando una sonrisa en su rostro

-Es bueno estar en- ¿Qué te paso?

Cierto, claramente Izuku lo notaría (¿Como no hacerlo cuando tenía varios rasguños en la cara? Se iba a vengar de ese gato)

-¿Estás bien? ¿Te duele? ¿Ya curaste las heridas?

-Oye, oye calmate, estoy bien, no me duele

Dijo Katsuki tratando de no empezar a insultar al peli verde ¡Ya dijo que está bien! ¡Que se joda!

-¿Ya las trataste?

-No realmente

"¡¿Te parece que ya lo hice idiota?" Pensó el rubio apretando los dientes!

-Siéntate, yo te ayudaré

Izuku ni siquiera dejo al rubio protestar cuando subió por las escaleras corriendo a buscar el botiquín. En segundos volvió a bajar y se apresuró a sacar las cosas necesarias. Katsuki no pudo evitar sentirse un poco menos enojado ante la preocupación del chico ante tales heridas, tan infantiles

Izuku lo llevo a sentarse y de inmediato se puso a trabajar

-Esto podría arder un poco, lo lamento

Izuku curo sus heridas con tanta delicadeza y paciencia que Katsuki no pudo evitar transportarse a cuando era un niño, y su madre se sentaba junto a él a curar sus heridas con gran paciencia y voz suave, susurrándole que todo estaría bien

Cálido, era la mejor forma de describir como se sentía en ese momento

-Ya esta

Dijo Izuku terminado con sus heridas después de colocarle unas benditas

-Yo haré la cena hoy, tú descansa

-Pero tú eres el cansado

-No estoy cansado

Katsuki levanto una ceja, desde ahí podía notar perfectamente las ojeras bajo los ojos del peli verde. Katsuki suspiro, se puso de pie, y tal vez con un poco más de fuerza de la necesaria, boto a Izuku al sofá justamente en donde estaba él

-Te vas a sentar y a esperar la cena, ya casi termino

Hablo firmemente Katsuki, y luego de asegurarse de que Izuku no intentaría hacer nada más, se fue a la cocina a terminar la cena

Cuando lo hizo fue a buscar a Izuku, quien se había dormido en el sofá

-¿Y dice que no está cansado?

Murmuro Katsuki algo divertido. Fue ahí cuando se dio cuenta, no estaba realmente molesto a punto de explotar, estaba relajado

Normalmente cuando estaba molesto (Como hace rato) tardaba al menos medio día en volver a hablar sin estar matando con la mirada a la gente que se le cruzara. Pero en ese momento, aun después de que apenas habían pasado 20 minutos, él ya se sentía tranquilo

"¿Qué habrá pasado?" Se preguntó el rubio, para después suspirar y empezar a despertar a Izuku

No quería que su fabulosa cena se enfriara

....

"Y claro que no sería su última interacción con el gato demonio" pensó Katsuki junto a otros tres extras y su hermano. Los cinco estaban reunidos en la casa de su hermano para tratar de capturar al estúpido gato mascota del zombi drogado y llevarlo a la veterinaria, bueno ¿Qué tan difícil podría ser?

Bastante

Katsuki de alguna forma termino con más rasguños que la última vez, con algo de arina por el cuerpo, algunos moretones, y en el auto con un gato que no era suyo directo a la veterinaria

-Eres un maldito dolor de cabeza

Murmuro Katsuki, y a cambio obtuvo un leve maullido molesto del gato

-Esto será más fácil si te comportas

El rubio detuvo el auto frente a la veterinaria, por suerte no tenía que vigilar al gato, solo lo dejaría ahí

-Oh has lo que quieras. De todas formas, si haces daño a alguien, no soy yo quien lo paga

Katsuki bajo del auto, sacando con cuidado la jaula del gato (Si lo odia, pero tampoco es un moustró como para tratarlo mal aun después de todo) y fue a dejarlo, lleno algunos papeles y luego por fin pudo irse a casa

Cuando llego, ni siquiera se tomó la molestia de cambiarse, solo se fue a su cuarto a dormir (Después de mandarle un mensaje a su hermano diciéndole que el gato ya estaba en la veterinaria). Se debió haber dormido un buen rato, pero cuando despertó, el olor a comida llenaba su habitación, se levantó notando que también el cielo ahora estaba pintado de matices oscuros, llenando de sombras su habitación

-¿Qué horas son?... Demonios son casi las 10

Katsuki salió de la cama para encender las luces, se quedó cegado un rato, pero de inmediato se recompuso. Salió, y pudo ver que toda la casa ya estaba sepultada en la oscuridad. Empezó a bajar en silencio hasta la cocina, donde en efecto, la cena y comida ya estaban hechas. Izuku debió haber hecho la comida

Incluso había un plato servido y cubierto por plástico para que no se le pararan las moscas

-Este tipo.... Es raro

No pudo evitar decir Katsuki al aire al notar como su corazón empezaba a latir con fuerza

Una Perspectiva DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora