Epilogo II

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10 años después...

Luca

-¡¡Lucian!! Déjame jugar – grita Valentina.

- Esta bien,  ¡¡Angelo!! – le grita a su hermano – Te toca contra Valentina.

Valentina había llegado como milagro de la vida, cuando los gemelos cumplieron 3 años, Elena me dio la maravillosa noticia que estaba nuevamente embarazada, y así nació nuestra bella Valentina, mis hijos cuidan mucho de sus hermanas, Matteo era un muchacho de 16 años, según Elena se parece mucho a mí, es todo músculos y guapo, Adelina a sus 15 años era la viva imagen de mi esposa, elegante, hermosa, con un gran corazón. 

Y los muchachos... buenos esos malditos bastardos quieren a mi princesa, la desean, pero aca esta su papá para ponerlos en su lugar...

-¡Matteo Leonardo Ambrosetti!! ¡¿Adonde piensas que vas?! – me acerco a la cocina al escuchar el grito de Elena.

- Pero mamá – dice mi hijo y los veos a los dos en la cocina.

- No discutas con tu madre jovencito, si vas a esa fiesta procura no provocar un desorden ¿puedes hacer eso por mamá? – Matteo suspira y le da un abrazo a su madre.

- Te lo prometo madre – le dice y le da un beso, antes de tomar las llaves de la moto que Sergei le dio en su cumpleaños pasado, pasa a mi lado y me da un medio abrazo – No te preocupes conduciré con cuidado – me dice – los quiero vuelvo antes de las 12.

- ¡Matteo ten cuidado hijo! – le grita Elena, los años habían favorecido a mi esposa, tenia un cuerpo de los mil demonios era una tentación, decidimos que Valentina seria el ultimo hijo que tendríamos, así que me hice una vasectomía para que Elena no tomara pastillas, había pasado por tanto dolor al tener a mis hijos, pero esta vez seria yo quien detuviera la fabrica de bebes, amo mucho a mi esposa y haría cualquier cosa por ella. 

- Hola dea – me acerco, pongo mis manos en su cintura y la pego a mi cuerpo - ¿Qué ha pasado por que gritas?

- Hola Luca – me dice y pone sus manos en mi pecho – Matteo va a una fiesta a verse con mujeres – frunce el ceño – no me gusta – la siento en la encimera, y me rio de ella - ¿Por qué te ríes?

- Amore, Matteo esta a punto de cumplir 17 años – dejo un beso en su cuello – está en la edad de las chicas.

- ¿De verdad? Eso quiere decir que ya puedo tener una cita – dejo escapar un gruñido y me doy la vuelta para ver a mi luciérnaga de 15 años observándonos – papá no puedes acorralar a mamá así y en medio de la cocina - le da una sonrisa a su madre y se acerca a un taburete con un helado en su mano.

- De ninguna manera jovencita – le digo y me alejo de Elena – No puedes tener citas hasta los 30 años – me rueda los ojos y habla con su madre.

- ¿Recuerdas al chico que te dije? – le dice.

- ¿Qué chico? – me doy la vuelta para ver a Elena pero esta esta muy emocionada.

- ¿El pelinegro con la chaqueta de aquel día?

- ¿Qué día? - pregunto,  ¿Quién se acerco a mi princesa?

- Si ese, me ha invitado a salir – me da una mirada – pero no se si el ogro va a querer dejarme ir.

- ¿Ogro? – susurro, me levanto y camino por la cocina – dea ¿Qué chico? ¿que día? ¿que cita? y ¿porque soy un ogro? – les pregunto y ellas ladean la cabeza a la vez.

- Porque cuando se habla de chicos te enojas – dicen todos, incluyendo a los jodidos par de dos y la enana menor.

- ¿Yo? – me señalo y todos asienten.

- ¿Recuerdas la ves que ese hombre le dio un ramo de flores y abrazo a mamá? – Claro que me recordaba, Elena había viajado a Inglaterra para ver a George y a su prometida, estúpido hombre casi me acerco y le vuelo la cabeza...

- O ¿Cuándo te dije que el hombre de la portada me parecía muy guapo? -  claro que me recordaba, le hice el amor hasta que se olvidara de ese maldito.

- O ¿Cuándo yo te dije del niño de ojos ámbar que me gustaba? – no ayudan...

- O ¿Cuándo te dije que un niño en la guardería me había regalado un de sus chocolates? - maldito niño no le puede dar un chocolate a mi bebé...

- O ¿Cuándo te dijimos que vivos Adel hablando con el chico que entregaba paquetes? – dicen los dos al mismo tiempo.

- Si... espera ¿Qué? – grita Adelina.

– Los voy a matar par de dos – y salen corriendo los cuatro dejándonos solos otra vez.

-¿Dea? – la llamo - ¿Qué chico? ¿A Adelina le gusta alguien? – Elena se acerca y me abraza.

- No cariño, es una pequeña broma – me dice, y ladea su cabeza y me observa fijamente y se lo que me va a decir antes de que abra esos bellos labios – pero en algún momento ella deberá tener un amigo y eso no se lo vas a impedir.

- Maldita sea... - paso mis dedos por su cabello largo – está bien dea, está bien pero antes quiero conocer al chico.

- Todo lo que quieras cariño – me besa – Te amo Luca.

- Yo también,  te amo cielo...

Mi familia se volvió en mi todo, dentro de 2 años Matteo será iniciado como mi sucesor, el titulo de la princesa de gales aun lo lleva mi esposa, pero George decidió que ese seria solo de ella y que si ella quería podía heredarlo, así que decidió que en su momento ella puede pasarlo a una de nuestras hijas, el par de dos estaban creciendo felizmente y mi bella Vale también. Amaba a mi familia, eran mi lugar seguro para siempre.

-Esta noche te hare gritar bajos las estrellas cariño – le digo.

- Lo espero con ansias Romero – se da la vuelta para ir a ver a los chicos que están en la sala riendo, le doy una nalgada y vamos por nuestros monstruos.

Amo a mi esposa, amo a mis hijos, puede que haya sido un cabron con mi esposa, todos los días que abro mis ojos y veo a mi hermosa esposa, le doy gracias a la vida por entregármela de nuevo, porque me dio su corazón que tanto daño tenia, porque me permitió curar sus heridas, sus miedos, por que nos dio la oportunidad de tener nuestra felicidad. 

La historia de la triste y solitaria Princepessa di Gales, se convirtió en la historia de la reina de mi mundo, la reina de la mafia, mi compañera, mi amiga, mi amor, mi todo, la Princepessa di Gales Elena Ambrosetti, mi esposa... 

THE MAFIA QUEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora