✶ ᭡⠀: 𝖼𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖽𝗈𝗌 .

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Un nuevo día daba comienzo en cierto lindo hogar, lleno de calidez y armonía, el olor delicioso del desayuno y las risas risueñas junto con sonidos extraños que salían de la cocina dando a entender la felicidad que se podía oler en el aire si lleg...

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Un nuevo día daba comienzo en cierto lindo hogar, lleno de calidez y armonía, el olor delicioso del desayuno y las risas risueñas junto con sonidos extraños que salían de la cocina dando a entender la felicidad que se podía oler en el aire si llegabas a entrara a dicha casa.

Wooyoung. Si, nuestro Wooyoung, se desplazaba por el área cocinando y bailando con una sonrisa al compas de la música, emanando feromonas de amor y alegría por todo el lugar mientras servía lo que preparo en pequeños recipientes.

Pronto sería su hora de entrada al trabajo, pero estaba tranquilo, se levantaba muy temprano para encargarse de el mismo, prepararse y por último, tener mucho tiempo de sobra para atender a lo que ahora era, el centro de su mundo.

—¿Quienes son los bebés de mamá? ¿Mmh? A ver, ¿Quienes tienen hambre? —Mimó de manera adorable a los dos cachorros de tres años y medio de edad que se encontraban delante de él sentados en una silla para bebés individualmente, riendo y estirando sus bracitos queriendo alcanzarlo.

Dejo sobre cada una de las pequeñas mesitas que incluía cada silla, los recipientes de comida saludable y rica para sus niños, cada platito era de un animalito, lo mejor de lo mejor para sus cachorros.

Así es, Wooyoung había dado a luz dos lindos y adorables chiquillos, los nenes eran de tez clara, como San, con cabello castaño y ondulado, como Wooyoung, cada uno de los dos bebitos tenía la escencia de sus dos padres, tanto física como mentalmente, y eso se vería mas en el futuro.

—HongJoong, deja de pegarle a tu hermanito, ¿No ves que es menor que tu? —Ciertame, HongJoong si es el mayor, por algunos segundos, el salió primero así que mentiras no estaba diciendo.

—Mami te amoooo— Hablo el menor de sus retoños mientras babeaba su cucharita de cerdito.

El corazoncito de Wooyoung se estrujó de manera violenta, amaba cuando sus bebés hablaban, amaba cuando lo llamaban Mami.

—Ay mi hermoso bebé~ yo también te amo, JongHo, a los dos, muchísimo— Beso ambas frentecitas con amor y se sento en una silla frente a ellos para empezar a alimentarlos.

Tres años y medio... tres años y medio dónde Wooyoung lucho a capa y espada por sacar a sus retoños adelante, universidad, trabajos, humillaciones, llanto, bajones, años duros dónde tuvo que salir adelante por su cuenta, tuvo a sus padres ayudandolo un poco claro, sumado a sus amigos, paso por tantas cosas a lo largo de ese periodo de su vida para que al final de todo, todo estuviera bien, como ahora, no necesitaba a nadie, solo a sus dos cachorritos, asi estaba completo, no necesitaba a nadie más.

El timbre de la puerta fue tocado dos veces, con una sonrisa, Wooyoung se levantó de su asiento y fue a abrir la puerta pues ya sabía de quién se trataba, abrió y recibió a la persona con un gran abrazo.

—¡Yeosang, Estás aquí!— Abrazo al rubio con fuerza mientras esté le correspondía de la misma manera igual de feliz —Ya te estaban esperando.

Ni siquiera ellos sabían porque se emocionaban tanto a esa hora de la mañana cuando se veian, sabiendo que todos los días era así y bajo las mismas circunstancias, Yeosang cuidaba a los hijitos de Wooyoung.

¿Y papá? ♡ Sanwoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora