Ara lo sabe, sabe que está rota, pero sigue aferrada a los pedazos. Jungkook es su tormento y su adicción. Él le miente, la engaña con sus amigas, y aún así, la atormenta con sus celos enfermos cuando otro hombre la mira. No hay descanso para su corazón, que late al ritmo de una relación que la consume desde adentro. Discutir con él es como tocar el fuego; duele, quema, pero al final, siempre terminan enredados en la cama, donde las palabras hirientes se ahogan en besos cargados de rabia y deseo.
Ara debería irse, debería ser fuerte, pero no puede. El amor que siente por Jungkook es su mayor debilidad, una soga que la mantiene atada a un hombre que la destruye poco a poco. En cada mentira, en cada traición, Ara siente cómo se deshace, pero aún así no encuentra la fuerza para dejarlo ir. Porque, en el fondo, sigue esperando algo que nunca llegará: que él cambie, que la ame de la forma en que ella lo ama, aunque eso solo sea una fantasía cruel.
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Ámate un poco amiga JAJAJAJA 👁👄👁
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