Dos

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La casa de Chanyeol, en esa noche serena, estaba envuelta en una atmósfera de tranquilidad y calidez. La luz suave de las lámparas arrojaba un resplandor sobre las paredes, creando un refugio perfecto para un momento tan especial. El aroma a cera y a madera de los muebles antiguos mezclado con la fragancia ligera de las flores que Chanyeol había puesto en un jarrón cercano contribuía a la sensación.

Chanyeol y Kyungsoo se encontraban en el salón, después de haber disfrutado de una cena íntima que Chanyeol había preparado con esmero. La conversación había fluido con naturalidad, cargada de risas y miradas cómplices, y el ambiente estaba lleno de una energía que parecía anticipar lo que estaba por venir.

Chanyeol se acercó a Kyungsoo, quien estaba sentado en el sofá, mirando a través de la ventana las luces de la ciudad parpadeando en la distancia. Se inclinó hacia él, sus dedos tocando suavemente el brazo de Kyungsoo. —¿Te gustaría que siguiéramos en la terraza un rato?— preguntó con una sonrisa, sus ojos brillando con un deseo silencioso.

Kyungsoo levantó la mirada, encontrando en los ojos de Chanyeol una promesa de intimidad y cercanía. Asintió, y ambos se levantaron, tomados de la mano, sus dedos entrelazados como si cada toque estuviera cargado de susurros de amor.

La terraza estaba decorada con luces de hadas que colgaban de las paredes, creando un ambiente mágico bajo el cielo estrellado. Chanyeol había colocado cojines y mantas sobre el suelo, ofreciendo un lugar cómodo para disfrutar de la noche. Se sentaron juntos, el silencio envolviéndolos en paz.

Chanyeol miró a Kyungsoo, sus ojos reflejando una mezcla de ternura y deseo. —No puedo dejar de pensar en cómo todo ha cambiado desde que nos conocimos,— dijo, su voz suave y llena de emoción. —Cada momento contigo ha sido más especial de lo que podría haber imaginado.

Kyungsoo le sonrió, acercándose más a él. —Yo también siento lo mismo. Estar contigo me ha dado una claridad que nunca había experimentado antes.

Las palabras se desvanecieron en el aire, reemplazadas por el silencio lleno de significado que se instaló entre ellos. Chanyeol se inclinó lentamente hacia Kyungsoo, sus labios encontrándose en un beso que comenzó suave y tierno, pero pronto se transformó en algo más profundo y urgente. La pasión entre ellos creció, como una llama que se avivaba con cada caricia y cada susurro.

Con cada beso, sus cuerpos se acercaban más, y la ropa se fue deslizando a un lado con una delicadeza que reflejaba el respeto y el amor que sentían el uno por el otro. Las caricias eran exploratorias y llenas de deseo, cada toque revelando la profundidad de sus sentimientos.

Chanyeol comenzó a deshacer los botones de la camisa de Kyungsoo con movimientos lentos y cuidadosos, sus manos deslizando por la piel suave, mientras Kyungsoo respondía con gemidos suaves y caricias que hablaban de un amor ardiente. El amor, hambre y deseo entre ellos se volvía más intensa a medida que sus cuerpos se desnudaban y se encontraban en una fusión de calidez y perfección.

Las manos de Kyungsoo rodearon el cuello de su musa, mientras se mantenía dando continuos saltos sobre la erección de Chanyeol. Ese joven artista, aquel hombre que le había robado el aliento con solo una mirada ahora yacía en las profundidades de su cuerpo, llegando a sitios nunca antes explorados.

Se movieron con una sincronía perfecta. El ritmo de sus movimientos se ajustaba a sus respiraciones entrecortadas, y el placer se mezclaba entre sus jadeos.

Chanyeol, aborto por la increíble belleza de su novio se dejo marcar la espalda de finos rasguños mientras él aprovechaba la oportunidad para dejar pequeños besos y mordidas en el lienzo desnudo entre sus brazos, aquella piel pálida, sus lunares esparcidos como estrellas en el manto celestial. Todo a su paso fue besado con anhelo y respeto. Kyungsoo era más que solo su pareja, era su vida y su nuevo propósito para pintar.

—C-chanyeol... Te amo —, dijo, su voz en un susurró.

El mencionado, guiado por el llamado necesitado de Kyungsoo le besó. Sus pechos rozándose, mientras sus manos jugueteaban las unas con las otras, sin deseo de perder la oportunidad de sentir el calor del contrario.

—Te amo muchísimo más, mi vida —, respondió por fin con una sonrisa tallada en su masculino rostro.

El suelo de la terraza se convirtió en un lecho improvisado, cubierto con las mantas y cojines que habían dispuesto. La intimidad de la noche, bajo el manto de las estrellas y el suave resplandor de las luces, envolvía cada momento. Sus cuerpos se movían con una ternura apasionada, y los murmullos de amor se entrelazaban con el sonido del viento nocturno.

Cuando finalmente se acurrucaron juntos, el cansancio y el placer se mezclaban en una sensación de completa satisfacción. Chanyeol abrazó a Kyungsoo con fuerza, sus corazones latiendo al unísono en un ritmo sereno. Se miraron a los ojos, encontrando en la mirada del otro una comprensión y un amor que trascendía las palabras.

Mientras la luna y las estrellas vigilaban en silencio, Chanyeol y Kyungsoo se envolvieron en las mantas, disfrutando de la paz que solo se encuentra en los momentos más íntimos. Sabían que lo que habían compartido no solo era una exploración de su pasión, sino una celebración del amor profundo y sincero que se habían compuesto entre ellos.

En la quietud de la noche, bajo el resplandor suave de las luces y el cielo estrellado, se entregaron a un descanso compartido, sabiendo que cada caricia y cada susurro habían sido las primeras pinceladas de una vida llena de amor. 

El arte de Amar || ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora