Dragones || ChanSoo [Terminada]

1: Llamado del destino

La luz del sol se filtraba a través de las ventanas de la pequeña librería en la que Kyungsoo pasaba sus días. El aroma a papel antiguo y tinta impregnaba el aire, creando un ambiente de paz y tranquilidad. Kyungsoo, con su cabello oscuro y ojos que reflejaban la calidez de la luz, estaba inmerso en una novela de fantasía, sumido en un mundo de dragones y magia.

Sin embargo, esta paz se vería interrumpida de una manera inesperada.

Un destello de luz azulada surgió en la esquina de la librería, acompañada de un suave murmullo de energía mágica. Kyungsoo levantó la vista, el libro quedo olvidado en sus manos mientras observaba cómo el destello se hacía más intenso. Una corriente de aire frío recorrió la tienda, agitando las hojas de los libros y creando un remolino de luz que se intensificaba en el centro del suelo.

De repente, el remolino se materializó en un portal, un vórtice de luces y colores que parecía girar hacia otro mundo. Kyungsoo, paralizado por la sorpresa y la curiosidad, se acercó cautelosamente. El portal lo llamaba con una fuerza que no podía comprender, una voz silenciosa que susurraba promesas de aventuras y destinos le atrajo.

Sin pensarlo, Kyungsoo extendió la mano y tocó la superficie del portal. Un estallido de luz envolvió su cuerpo, y antes de que pudiera procesar lo que estaba sucediendo, el suelo bajo sus pies desapareció. Un breve momento de caída sin gravedad, y de pronto, se encontró en un lugar completamente diferente.

El reino de los dragones era un espectáculo de belleza sin igual. El cielo estaba pintado con tonalidades de naranja y violeta, y los imponentes castillos flotaban entre nubes de cristal. El aire estaba cargado de magia, y enormes dragones surcaban el cielo con elegancia majestuosa. El paisaje estaba salpicado de flores brillantes y ríos de agua luminosa.

Kyungsoo se encontró en un jardín exuberante, rodeado de plantas que parecían brillar con una luz propia. Su asombro era evidente mientras observaba el esplendor de este nuevo mundo. Pero su asombro se transformó rápidamente en temor cuando una figura imponente apareció ante él.

Era Chanyeol, el rey dragón. Su presencia era tan poderosa que el aire a su alrededor parecía vibrar. Con su estatura alta y su cabello dorado que parecía encarnar la luz del sol, Chanyeol tenía una presencia que imponía respeto y admiración. Sus ojos, de un rojo intenso, brillaban con una mezcla de sabiduría y tristeza.

—Bienvenido, Kyungsoo, soy el rey dragón, Chanyeol— dijo con su voz resonando con un eco mágico. —He estado esperándote.

Kyungsoo tragó saliva, sintiéndose pequeño y desorientado ante la majestad del rey dragón. — C-chanyeol... ¿Yo? ¿Pero por qué estoy aquí?

Chanyeol dio un paso adelante, su expresión serena pero cargada de emoción.

—La profecía del oráculo ha hablado. Tú eres la reencarnación de mi alma gemela, y juntos debemos restaurar el equilibrio en los ocho mundos.

El corazón de Kyungsoo latía con fuerza mientras trataba de procesar las palabras de Chanyeol. Todo lo que había conocido y amado estaba ahora a kilómetros de distancia, y se encontraba en medio de un destino que no entendía. Pero había algo en la mirada de Chanyeol, una mezcla de esperanza y desesperación, que despertó una chispa de valentía en su interior.

—Entonces, ¿qué se supone que debo hacer?— preguntó Kyungsoo, tratando de mantener la calma.

Chanyeol extendió la mano, ofreciendo un gesto de amistad y guía. —Primero, debes conocer el reino y descubrir el poder que reside en tu alma pura. Juntos, enfrentaremos la oscuridad que amenaza a nuestros mundos.

Con una mezcla de miedo y determinación, Kyungsoo tomó la mano de Chanyeol. A medida que comenzaban a caminar juntos por los senderos mágicos del reino, Kyungsoo no podía evitar sentir una conexión profunda con el rey dragón. Aunque el futuro era incierto, sabía que estaba destinado a algo más grande, y que su viaje apenas estaba comenzando.