Estoy al lado de Chiara y Violeta, ambas se quedaron conmigo luego de que Juanjo decidiera deliberadamente irse a cazar con Ruslana y no conmigo. El cabreo que llevo no es normal, esa tonta llegó al campamento con su familia hace un mes y ya logró lo que nadie nunca, robarse la atención y el tiempo de mi mejor amigo.
Limpio bruscamente una lágrima que resbala por mi mejilla y siento la mano de la pelirroja acariciar mi espalda. — Es un imbécil — me quejo con la mandíbula apretada, — la próxima vez que me quiera aunque sea dirigir la palabra que ni lo piense, un mes le bastó para reemplazarme —
— Martin — la voz de Kiki está cargada de dulzura — creo que solo intenta ser amable y hacerla sentir incluída, ella apenas lograba comunicarse con nosotros y ya sabes que Juanjo sería amigo de todo el mundo si pudiese —
— Pues no hace falta excluirme a mí para poder ser buena persona con los demás —
Violeta suelta una risita suave y me abraza con fuerza. — Cuando regrese le dejas saber que te ha molestado, ¿si? No creo que esté dentro de sus planes hacerte sentir mal. Ademas, es la primera vez que hace algo así —
— Creo que le gusta — respondo, aún más enojado que antes, esa idea me provoca un rechazo grandísimo.
Ambas chicas se ríen ante mi comentario y yo solo aparto la mirada de ellas porque no entiendo que les hace tanta gracia. Miro por la ventana cómo dos personas se acercan cargando los cadáveres de un par de animales. Vienen riéndose y platicando muy animadamente.
— Anda, ahí vienen. Vamos a recibirlos — comenta Chiara como si a mí eso me hiciera ilusión. Sin embargo, me pongo de pie junto con ellas y bajamos, pero en vez de ir a la entrada me voy directo a la cocina, mi expresión llama la atención de quienes están metidos ahí.
— ¿Qué tienes, cariño? — habla Nieves, la madre de Juanjo, al verme.
Yo niego con la cabeza y me fuerzo a sonreír, — nada, nada. Estoy perfectamente — me bebo de un solo sorbo el vaso de agua que me acaba de entregar.
Escuchamos la puerta siendo abierta y a los recién llegados entablando una conversación con Violeta y Chiara. Entran todos juntos a la cocina y ponen lo que consiguieron sobre la mesa. Muchas cosas. Genial, lo que faltaba, que ahora esa sea mucho mejor que yo.
— Se nos escapó uno, hace mucho no veía un grupo tan grande junto — habló Juanjo luego de dejar al cuarto pato. Me miró con una sonrisa que no le devolví, pude ver el momento exacto en que su cabeza intentaba descifrar qué pasaba.
— Y yo atrapé a este — fue Ruslana la que alzó con una mano a un pobre conejo ensangrentado. — ¿A que se me da bien? — está muy feliz al parecer. Me mira ahora a mí. — Era este el que llevabas queriendo atrapar un tiempo, ¿no? — todos debieron ver mi cara de asombro ante ese comentario.
Asentí — era escurridizo — murmuro.
— No mucho — responde con una suficiencia que me irrita.
Los adultos parecen estar muy divertidos viendo la escena de la pelirroja recién llegada picandome con ello. Me pongo de pie dispuesto a salir de esa cocina.
— Suerte de principiante — comento al aire.
— Martin... — interrumpe Juanjo en nuestra guerra de miradas.
Mis ojos se mueven a su dirección y luego simplemente hago una mueca de fastidio — tranquilo, ya dejo en paz a tu novia —.
Salgo a paso rápido de ahí, ya no me importa mucho que se rían de mí. Veo a Alex y Cris donde los vehículos y me uno a ellos el resto de la tarde. Están intentando aprender a conducir por su propia cuenta y yo, que hace unos meses le rogué a Juanjo porque me enseñara, hago de su maestro a pesar de ser menor que ambos.
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Be next to you - Majos/Juantin Oneshot
RomanceDespués de perderlo todo, de que cada día pueda ser el último y en el que cada noche deja de significar descanso lo único que importa es poder mirar sus ojos una vez más, recibir otro beso y asegurarse de no quedarse el uno sin el otro. Donde en un...