no sabes cuánto te odio amor

012

el paso de los dias curaba el cuerpo herido de claudio, aunque estos no hacian estragos en sus recuerdos, por mas que el intentara olvidarlo, acutuar frente a  sus amigos estar bien, actuar como si nada nunca hubiera pasado ya era cosstumbre

aunque todos ahí sabían la verdad, nadie hacia o decia algo para iniciar la conversación que tanto miedo tenian

jorge con el paso de los días ayudo mucho a claudio, quizás excesivamente, aunque tampoco es que esto lo molestara mucho

al contrario, esto no hacia mas que alegrar al Claudio

el estaba mas que feliz, porque si, los dos se gustaban, y aunque todos lo sabian

incluso el despistado de Miguel

nadie mensionaba el tema, solo existian unos pocos  coquetos, nada más allá de eso
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había pasado un mes de lo sucedido, las vacaciones y los ensayos se hacian presentes en la casa del jorge

Claudio pese a su negación, se quedo en la casa del jorge, muy bien recibido por cierto

la mama del jorge lo amaba, aveces pareciera que mas que a sus propios hijos

aunque esto no les molestaba a ninguno de los dos, jugaban a enojarse, pero todos sabian que no era mas que una simple broma

nadie mas que Miguel y jorge saben de lo sucedido ese día

ellos tampoco hablaran nunca de lo que paso, de lo horrible de ese día

Claudio tampoco hablaba de eso

muchas veces aunque suene contradictorio, jorge lo intento

intento hablar de eso, de lo sucedido con el claudio, intento hablar con el a solas, pero siempre fallando

Claudio siempre cambiaba el tema o inventaba excusas tontas

jorge tampoco se molestaba, al contrario se preocupaba más

entendia el porque de su negación, pero le dolia el corazón, saber que claudio ni siquiera se a dado el tiempo de llorar por lo ocurrido

llorar por lo arrebatado tan violentamente

nada, ni siquiera un sollozo

a veces jorge lo pillaba viendo a la nada, el sabia en que pensaba, a veces el también lo pensaba

Miguel tampoco a hablado con el, sobre lo ocurrido ese día

jamás lo a visto si quiera con un indicio de hablar sobre eso

lo entendia, no es fácil, mad aún cuando se trata de un amigo, o como a el le gustaba llamarle "su hermanito"

a veces Miguel viene, y le tre helado, siempre un sabor distinto, también le trae galletas y distintos tipos de chocolate

gracias a esto, sabemos que el helado favorito del Claudio, aunque suene como la persona mas típica de este mundo

es el de chocolate

lo bueno es que es fácil de conseguir, vada que veo al Claudio triste, me es fácil ir al kiosko de la esquina y comprar chocolate

puede que las cosas mejoren un poco, tengo esperanzas de eso, me preocupa el dia en el que el finalmente se ropa, se que va a ser posiblemente el dia mad triste, el llorara, se va a enojar, se que se sentira inpotente, pero no importa, se que estare para el, pase lo que pase, y se que el Miguel también, con su estúpido helado de chocolate, que tontamente ayuda
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Ese día finalmente llegó

el día que tanto miedo tenia que llegara llegó

y de la peor forma posible

salimos a caminar un rato el dia estba tan lindo, un poco de calor, pero estandl con el todo era perfecto

compramos helado, y fuimos al parque

todo era tan perfecto, pero como siempre pasa, hay algo que lo arruina todo

todo se fue a la mierda, en el momento en que lo vimos

tristemente el primero

su reacción fue brutal, se puso palido, tembloroso, y la única palabra que pudo y temblorosamente decir fue

j-jorge-, mi nombre, nunca pensé que pudiera ser pronunciado con tanto miedo

odie mu nombre, lo odie tanto, odie el como fue pronunciado, tanto terror en una sola palabra

quise vomitar en el momento, no puede, mi misión era protegerlo, no importaba como

tenia que llevarmelo a un lugar segur, lejos de ese mounstro

cuando por fin pude reconponerme, tome con delicadeza, aunque firme a la vez, su brazo, no me había dado cuenta de lo delgado que era, estba comiendo bien, no me e fijado, luego me preocuparia de eso, en estos monetos lo que mas me importa es sacarlo de aca.

el me siguio a paso torpe, tanto que en un momento casi se cae, por lo que tube de pasar mi brazo por debajo de su hombro, sabia que estab cargando todo su peso en mi, no me importaba

una vez que llegamos a mi casa, el Claudio simplemente se desvaneció, no tuve tiempo de agarrarlo, cuando reaccione lo vi

tirado en el suelo, agarrandose el pecho, y por fin... por fin estaba llorando

sabia que iba a ser desgarrador verlo, lo que no sabia, es que esa imagen se iba a quedar grabada en mi mente

sus ojos no mostraban nada mas que terror, ese brillo que alguna vez fue unico, se había ido

la felicidad que su ser emanaba ya no estaba precente

tod lo que quedaba era un estuche vacio, talvez incluso roto

pero no importaba, el iba a hacer todo lo posible para llenar el vacío, pegar las piezas rotas, no importa las veces que se despegaran, el iba a estaf ahí

pero ahora lo único que podía hacer era abrazarlo, reconfortarlo en sus brazos, decirle que nada era su culpa