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Ya habían pasado un par de semanas sin hablarse, al principio Natasha le dio su espacio a Wanda pensando que esta ya le hablaría, cuando se dio cuenta de que eso no iba a pasar no quiso ser ella quien daba el primer paso, ella la había echado de su casa seguramente no quería verla o eso creía.

Había pasado noches de insomnio por las cosas que no sabia sobre la mujer y no se sentía preparada para hablar como si no estuviera esperando lo peor de ella, ademas fisicamente tampoco se encontraba mucho mejor. Dejo de ir a la cafetería en lo que aclaraba sus ideas, se centro en la universidad y en nada mas. 

Por el otro lado no era muy diferente, Wanda esperaba una sincera disculpa, que no llego, cada dia se sentia mas miserable por esperar algo que probablemente no llegaría jamas. Aunque algo decaida no dejo de trabajar incluso empezó a hacer mas horas extra para centrar su cabeza en otro tema. 

Ninguna sabia lo que estaba pasando con la otra y aunque quisieran saberlo se aguantaban las ganas de escribirle cada que aparecían. Ambas estaba haciendo un esfuerzo para evitar pensar en la otra, pero sus mentes inevitablemente siempre regresaban a ese dia. Como ahora.

Unos universitarios sentados en grupo junto a la ventana le trajeron a la mente aquellas tardes en que Natasha y sus amigos venían a tomar un café mientras hablaban de sus clases . Ahora, esa situación solo le recordaba lo mucho que extrañaba esos días.

– ¿Estas bien Wanda? – Pregunto América sacándola de su ensoñación. 

– Si – Sonrió volviendo a sus labores.

– Bien – Asintió, pero no pudo evitar notar la tristeza en los ojos de Wanda, aunque intentara ocultarla tras su sonrisa.

 – ¿Sabes? – Continuó Kate, intentando romper el silencio incómodo – Podríamos pasar por tu casa después del trabajo y ver una película o algo así. Hace tiempo que no hacemos una noche de chicas – Trato de convencerla.

– Tal vez otro dia chicas, estoy cansada, ademas debo cerrar –

No insistieron, aunque sabía que el cansancio no era la verdadera razón. De alguna manera, ambas sabían que lo que realmente agotaba a Wanda no eran las horas de trabajo, sino la ausencia de alguien. 

Mientras continuaba trabajando, Wanda se permitió un breve momento para dejar a sus pensamientos volver a aquellos días en los que todo era más simple, cuando Natasha estaba a su lado, llenando de vida cada rincón de su vida. 

Pero ahora, todo parecía más vacío, como si la luz que solía acompañarla se hubiera apagado lentamente. Y, por más que intentara, no podía ignorar el vacío que había dejado en su vida. 

Solo le quedaba aceptar que hay personas que están poco, pero duelen toda la vida.Y aunque oficialmente no hubieran sido nada ella sabia que hay había algo. 

– Tenemos que hacer algo – Musito Bishop a su compañera sin que la mayor se diera cuenta.

– ¿Como vamos a hacer eso? – 

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– Yo creo que si le gano – Decía muy decidido Thor.

– ¿Enserio crees que le ganarias a un puma? – Cuestiono aguantandose la risa la rubia. 

– Si – Aseguro de nuevo. Giro a su derecha viendo a su amiga que había cruzado los brazos sobre el abdomen, y tenia sus piernas estiradas hacia adelante.

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