Ace se había ido, quería darle caza al maldito traidor, aún en contra de las advertencias de su padre.
Marco estaba destrozando la habitación, debía haber algo que lo hiciera regresar, que le hiciera darse cuenta que no es tan fuerte para enfrentarse a Teach.
Minutos que parecieron horas, horas que parecían semanas, ya no podía más, arrojó con fuerza el escrito, rompiendo el ropero en el proceso, haciendo que una pequeña rejilla oculta fuera expuesta.
Ahí, oculto como un tesoro, un compendio demasiado grueso de hojas escritas del puño y letra del petardo, unidas con un gusano metálico que parecía ya no poder dar más.
Se hacerco temeroso, no quería más sorpresas, extendió cuidadosamente sus manos limpias, no quería manchar aquello que su hermanito considero tan preciado.
En la portada, con una letra mucho más desordenada a la que él conoce y con una ortografía digna de alguien que creció en la selva, se podía leer: El libro de Sabo.
Debajo del título una pequeña leyenda, Sabo, yo cumpliré tu sueño.
Cada página relataba las islas que visitó, solo, con su primer tripulación y con ellos, cada una denotaba la cartografía del lugar, las costumbres, la comida, bebida y el ambiente con la gente.
Capitulo tras capitulo, su letra y ortografía mejoraron, poco a poco su narración también.
Pero.... ¿Quién rayos es Sabo?
Una verdadera pena que su respuesta llegará un año después.... Sobre la tumba de su hermano.