Buehhhhhh, literalmente aquí voy a escribir algunas historias cómicas que he creado con mis personajes históricos favoritos, dónde los pongo en situaciones ridículas/absurdas e igualmente los ridiculizó a ellos. Eso sí, no quiere decir que comparta...
(Ojo: no pienso jugar con las muertes de todas las víctimas del Holocausto, recuerden que es mera ficción, solo eso. No quiero ofender a nadie 😔)
. . . .
Ahí estaban ellos, Napoleón Bonaparte, Adolfo Hitler y Stalin. ¿Lo que hacían? Pues, criticaban al Gran Dictador por su obra contra los judíos (y más personas obviamente).
— Bah! -se quejaba el austriaco- Ni que ustedes no hubiesen matado gente.
— Oh, mi buen y maldecido Adolfo - dijo el georgiano-, tal vez nosotros también matamos gente, más sin embargo, no fue en masa.... Y mucho menos fue por odio a una sola raza.
— Pero... - Adolfo empezó a desesperarse al no encontrar respuesta a las palabras de Stalin-... Agh!
Stalin soltó una fuerte carcajada al ver al austriaco frustrado, aunque su risa solo duró un segundo. Mientras eso sucedía entre ambos dictadores de la misma época, el corso se encontraba leyendo, dándoles la espalda, un artículo acerca de las muertes totales en el Holocausto nazi. Su cara estaba pálida y su expresión era de horror, eso iba en aumento por cada renglón que terminaba de leer. Después de terminar el texto por completo exclamó un "¡Madre mía!", tan estrepitoso que retumbó por todo el cuarto.
— ¿Y ese grito? - Pregunto Stalin, sonriendo y acercándose al ex-emperador de los franceses. Sin duda el grito le dió un poco de gracia.
— Si, ¿A qué se debe ese grito? - Preguntó también Adolfo.
Napoleón, con la cara llena de espanto y un poco de enojo, volteó hacia el austriaco y el georgiano, apretando aquella hoja que acababa de leer...
— Millones... -dijo en voz casi inaudible.
— ¿"Millones"? ¿"Millones" qué? - Cuestionó Adolfo ladeando la cabeza.
Bonaparte se quedó en silencio unos segundos y empezó a caminar hacia el nacional socialista de manera algo agresiva pero lenta con la cabeza baja, sin embargo, eso no alteró a Hitler, pues el era el más alto de los tres y casi no le temía a sus ""compañeros"", menos a Napoleón.
— Fueron millones -repitió el corso-, millones a los que mataste...
Finalmente quedó enfrente del nazi y alzó la cabeza. Lo tomó de la camisa con algo de fuerza, aunque, inmediatamente y sin nerviosismo, Hitler apartó las manos de Napoleón en un movimiento rápido. Eso no le importo al Pequeño Cabo que volvió a hablar.
— ¡Ancianos... Mujeres... Hasta niños! ¡Millones de ellos fueron a los que mataste! ¿Y por qué? ¿¡Solo porque los odiabas y ya!?
— Y también porque la raza alemana es superior. -Replico Hitler con firmeza y un falso orgullo.
— ¡Oh! ¡Mira quién lo dice! ¡Alguien que ni siquiera es alemán! ... Y, a ver, supuesto alemán... ¿Qué fue lo que hizo que tuvieras esa disparatada idea?
— Los libros de Nietzsche, pues, en sus libros, él hablaba de la raza superior... ¡Y sin duda esos son los alemanes! - el austriaco alzaba el pecho mientras hablaba, viendo con franqueza al corso.
— Si me permiten interrumpir- habló de nuevo Stalin-, que yo sepa... Nietzsche no sé refería a los alemanes.
— ¿¡Cómo!? - Preguntó indignado el antiguo ilustrador/pintor.
— Pues... Según mis conocimientos, aquel filósofo se refería con "la raza superior" a aquellos que aceptarán que la vida no tiene sentido, que nada de lo que hacemos tiene sentido, que nadie nos recordará y blah, blah, blah... Aparte de que... Detestaba a los alemanes.
Hitler se quedó con la boca abierta, pero no quería dar su brazo a torcer.
— ¡No, no! ¡Él se refería a los alemanes!
Al decir esto, Adolfo volteo a ver directamente a Stalin, dándole la espalda a Napoleón nuevamente. Esto fue aprovechado por el corso, quien se abalanzó sobre Hitler por la espalda y acto seguido, dió pequeños golpes al nazi en todo el cuerpo.
— Pigliate! Pigliate! sì un bastardo! Dannà! [¡Toma! ¡Toma! ¡Eres un maldito! ¡Un maldito!] - Repetía Bonaparte en su idioma natal mientras pegaba con sus nudillos el pecho de Adolfo.
Adolfo solo se limitó a gritar, quejándose del más bajo que ahora se encontraba sobre él y dándole una paliza.
Hitler trataba de cubrirse, enojado, pero sin éxito total. Stalin solo estalló en risas al ver tal escena.
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Hoal jsjsisjsjsj, bueh, está el la primera parte de esto :v, peroooo masomenos así van a ser todas... :P En algunos casos tal vez agregué a más personajes históricos... Así que... Bueh, eso es todo por hoy. Voy a forrar mi libreta... Carajo! Me tocó con el peor profesor! En fin... No debería estar escribiendo eso así que... Hasta la próxima.
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