𝕰𝖑 𝕻𝖗𝖊𝖘𝖊𝖓𝖙𝖊

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Caminaba
por un campo bellísimo,
con una paz
que no sentía en la ciudad
donde vivía.

Me ví sola hasta
que llega un hombre
con un animal envuelto
de bondad.

Al acercase a mí
lo tomé entre mis brazos,
tanto el pequeño
como su acompañante
estaban complacidos.

Mi yo de la infancia
sostenía un cordero precioso
mientras iba de la mano
del pastor bondadoso.

Portaba el gran tesoro
con mis manos
y eso valía más
que todo lo demás en el mundo.

Era valiosa,
amada y escogida,
sencillamente eso
nadie me lo podía arrebatar.

•26 de Agosto de 2023•

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