Bakugou Katsuki, el príncipe de los bárbaros escoceces se ve obligado a casarse para heredar el trono, él necesita conseguir una esposa lo más rápido posible, sus padres harán lo que sea por hacer que consiga una buena reina, aunque su esposa tenga...
Los reyes de ambos reinos siguieron hablando, por otro lado Katsuki estaba en otro lado del Reino y Aleia estaba en su habitación cambiándose para salir
-Hilari, si el bárbaro me busca dile que estoy bañandome-dijo la princesa acomodando su traje
-Si señorita, pero, como le puedo avisar si el insiste
-Tranquila, volveré lo más rápido que pueda, y si no te queda otra dile que cuando entraste a mí cuarto ya no estaba, pero que deje una nota diciendo que iba a la biblioteca
-¿Y si me pide la nota señorita?- pregunto nerviosa la sirvienta
-Agh, bien -escribio algo y se lo dió- listo, ten
-Esta bien, nos vemos señorita
Cómo la princesa había previsto el Bárbaro fue a buscarla, estuvo media hora insistiendo en verla, entonces Hilari tuvo que recurrir al plan B, le dio la nota
-Tenga señor, entre y la princesa no estaba pero dejo una nota -le dio la nota- me retiro
-Gracias, está bien-agarró la nota y la leyó
🌸~🌸~🌸~🌸~🌸~🌸~🌸~🌸~🌸~🌸 Me fui a la biblioteca del Reino, estoy bien, vuelvo en una hora, si me necesitan esperenme hasta que vuelva por favor. Att:Aleia 🌸 🌸~🌸~🌸~🌸~🌸~🌸~🌸~🌸~🌸~
El Bárbaro no estaba contento con esperar, así que salió a explorar por si mismo, empezó a recorrer el bosque, escucho unos ruidos y gritos entonces se acerco sigilosamente, se escondió entre dos árboles, al llegar vio a una mujer de espaldas y a un hombre hablando, pero rato después el hombre se fue enojado. El iba a irse pero hizo un ruido, entonces vio como un cuchillo rozó su cabeza clavándose en el árbol de atrás, el miró el cuchillo estupefacto
-Tenga más cuidado la próxima su alteza, pude haberlo matado sino fuera porque me di cuenta que era usted -dijo apoyándose en un árbol, el ojirubi la miró con una sonrisa sorprendido
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-No creí que una princesa pudiera tener tanta puntería, aunque ¿No estabas en la biblioteca?-pregunto el príncipe
-Seh, bueno, soy una caja de sorpresas. En cuanto a lo de la nota, solo era para que no me buscarán
-Ya veo, entonces no es a mí el que evitabas, supongo
-No es personal su alteza, estaba evitando a todos, no solo a usted, sin ofender su alteza
-No me ofendes, pero déjame de decir "su alteza"
-No puedo su alteza, es respeto, ademas tengo que dirigirme así a usted ya que no tenemos lazos, y se supone que tendremos que casarnos así que tengo y tendré que tratarte con respeto si te conviertes en mí esposo, también tendré que abandonar mí vida -lo miro a los ojos suplicante- no quiero pedirle favores pero, su alteza, me haría el favor de rechazar nuestro compromiso, ya sabe, yo no puedo rechazar el compromiso, porque soy mujer, no lo tengo permitido, pero usted si puede, solo diga que soy mala persona o algo, pero por favor, rechace el compromiso
El pelicenizo miró a la ojimarron algo sorprendido por su pedido, pero le respondió con normalidad
-¿No quieres casarte?
-¿Y tu si? Seamos sinceros, no nos amamos, ni siquiera nos conocemos, además, de seguro hay alguien más que te guste ¿O no?
-No tengo tiempo para pensar en esas cosas como enamorarse
-Bueno, lo entiendo, eres hijo único, heredero al trono, tienes cosas más importantes, pero ¿Jamás sentiste atracción hacía otra persona?
-No, jamás -solto con normalidad
-Entiendo, pero se lo ruego, haré lo que sea, pero por favor, rechace el compromiso
-Créeme que si pudiera lo haría, pero necesito casarme
-Y si... ¿Y si le consigo otra esposa? Mejor que yo, si le consigo otro compromiso ¿Rechazaría el mío?
-No puedo, mis padres no lo permitirían
-Bueno, gracias su alteza, por lo menos lo intenté -agarro el cuchillo que estaba en el árbol y empezó a caminar- si desea algo voy a estar en el castillo
-Creí que ibas a mostrarme el Reino
-Lo haré, pero no creo que le interese el pueblo
-Quiero conocer todo, llévame al pueblo
La princesa le hizo caso y lo llevo hasta el pueblo, al llegar había muchos puestos de ventas, de lo que se pueda ocurrir, empezaron a caminar mientras la princesa le mostraba todo
-Aleia, hola -la saludo una cocinera
-Buenas srta.Crook -sonrió- ¿Vio a Izuku? Creí que iba a estar en el bosque pero no lo encontré
-Ah si, estaba con el príncipe Rein, hablaban de un tal Kinsou o algo así
-Shinsou, mí hermano, si, ya entiendo, después nos vemos
Ambos siguieron caminando hasta que escucharon una voz
-¿Princesa? -dijo una dulce voz, hizo que ambos voltearan a verlo
-Hola Izuku ¿Cómo estás? ¿Y Rein?
-Estoy bien princesa, gracias, y Rein fue al castillo, dijo que quería contarle algo
-Ya veo, bueno, supongo que tenemos que volver
-Si, ah, ante de que me olvidé ¿Cómo le fue con el Bárbaro con el que quieren casarla?
-Eh, bien, supongo
-¿No es tan salvaje como creía?
-Ehhh -ella se sonrojo de la vergüenza
-¡¿Dijiste eso de mí?! -le reclamo el ojirubi
-¡No! O bueno, si, pero no era por ofenderlo su alteza, simplemente no lo conocía y creí que iba a ser un patán
-¡Eso no lo arregla!
-¡Lo siento su alteza!
Los dos siguieron su camino al castillo, al llegar la princesa se puso un vestido y volvió a fingir ser una dama. Los días pasaron, el príncipe y la princesa se llevaban considerablemente bien, pero no eran amigos, sus padres los presionaban para casarse, como ellos no ponían empeño desidieron llevar a la princesa a el Reino en Escocia, un lunes a las 5 de la mañana mientras el sol empezaba a salir, estaban todos reunidos en la puerta del castillo, para despedir a si princesa, que volvería en unas semanas
-La vamos a extrañar señorita
-Y yo a ustedes Leticia
-Ya vamonos querida -dijo la señora Bakugou
-Si, ya voy -abrazo a su sirvienta- cuidate, y cuida a mí hermano
-Si señorita, se lo prometo, envíeme cartas todos los días
-Lo prometo Leticia -la soltó y se dirigió con los Bakugo- ya estoy lista
La princesa fue junto a los Bakugo en su viaje, el cual tardaron tres días en concluir Continuará...
