único

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Jimin no era una chica con muchos amigos sin embargo se divertía con las dos que tenía. Aeri y Minjeong se llamaban.

La coreana las conocía desde buen tiempo atrás y sabía lo extrovertidas que eran, por eso aveces se le hacía incómodo estar entre sus amigos, hasta que conoció a una en particular.

Ning Yizhou por su parte era tan extrovertida y sincera que se podría considerar aveces un poco molesta, sin contar las numerosas bromas o comentarios en doble sentido que realizaba a modo de bromas.

Podían escucharse como opuestos totales y sin embargo eso no impidió que se conocieran una noche en una fiesta donde Minjeong era la anfitriona. Jimin estaba apartada bebiendo un poco en compañía de Aeri mientras charlaban y reían, hasta que un grupo de chicas se les acercaron para saludar a la menor, Jimin siguió bebiendo sin prestarles atención, tomando la lata de cerveza entre sus manos.

Yizhou notó a la desinteresada y algo apática chica que ahora bebía sola pues la japonesa estaba hablando con sus amigas. Se le hizo una chica bastante atractiva a pesar de tener una apariencia algo desarreglada.

La china la observó un poco más, notando como jugaba con el anillo que llevaba en el dedo anular y ahí fue cuando vio lo que la hizo interesarse más en ella.

Sus dedos eran largos para ser una chica y además se podían apreciar las venas fácilmente, Yizhou sonrió para si misma pues eran tal y como le gustaban, así que por eso mismo es que no iba a dejar pasar la oportunidad.

Se sentó al lado de la tailandesa haciéndola saltar en su lugar por la impresión, después Yizhou le dio una sonrisa coqueta mientras se acomodaba más cerca de la otra ──Hola, ¿cómo te llamas linda? ── preguntó sin dejar de observarla, la tímida chica apartó la mirada.

──Jimin, p-pero me dicen Karina ──contestó nerviosa, la menor mordió su labio inferior recargando una de sus manos en el muslo vestido de la otra.

──Tienes un nombre extravagante, ¿eres de por aquí? ── su voz delicada provocó que la menor se sonrojara solo un poco.

──Así es, s-soy de Seongnam ── contestó, la china sonrió más pues notaba lo nerviosa que había puesto a la azabache.

──Mhm ── la mano que estaba en el muslo de la chica subió para en su lugar tomar un mechón de cabello ──Es un gusto conocerte, Corea tiene buenas cosas, me gusta mucho la comida coreana ¿sabías? ── su tono de voz juguetón hizo a Jimin saber que algo en esa frase no era lo que parecía, sin embargo no supo lo que era.

La coreana asintió ──A mis amigas también les gusta ──Yizhou alzó una ceja por el comentario, notando de inmediato que Jimin no la había entendido, con gracia volvió a morder su labio inferior.

──Es de esperarse, la comida coreana es deliciosa, me gustaría probarla una y otra vez cada noche sin parar ──su comentario tenía toda la intención de ser entendido, sin embargo Jimin volvió a no hacerlo.

La azabache rascó su cabeza con confusión ──No creo que puedas comerla siempre, suele ser muy cara aquí en Corea ── la sonrisa coqueta de Yizhou decayó al escuchar eso. Pensó en que la chica frente a ella era muy tonta pero esas preciosas, largas y grandes manos valían la pena.

Volvió a sonreírle como antes y tomó la mano que tenía el anillo, jugando con este como antes había visto a la otra hacerlo ──Cuéntame sobre ti Jimin, puedo ver que tienes una gran y atractiva personalidad ── lamió un poco sus labios observando la mirada de la coreana sobre esa acción, Jimin embelesada por eso contestó lo primero que pensó.

──No creo, realmente pocas personas me hablan ── la china dejó lo que hacía con el anillo completamente descolocada.

Jimin notó eso por lo que pensó que había dicho algo malo, sin embargo no supo cómo arreglarlo, por lo que permaneció callada.

big hands | ningrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora