𝓛𝓲𝓵𝔂 𝓜𝔂𝓮𝓻𝓼

006 - Cita

Al día siguiente, por fin había llegado el día más esperado por Johnny, la cita con Lily, Johnny bien sabía que Lily tenía varios pretendientes, pero también sabía que Lily nunca le haría caso a esos tontos. Johnny estaba caminando por los pasillos y se encontró con Lily, quien estaba sacando unos libros de su casillero

—Myers! Que tal? Como va todo?—dijo Johnny

—Más o menos, voy a salir con un chico obsesionado con su dojo de karate.—bromeó Lily refiriéndose a él

—Graciosita eres, no?—dijo Johnny

—Eso dicen varios.—dijo Lily mientras cerraba su casillero—Nos vemos.—dijo mientras iba con Ali

—Ali, podemos hablar?—dijo Lily algo sería

—Que sucede, Lil?—respondió Ali

—Sabes... voy a tener una cita con Johnny, solo espero que no te moleste.—dijo Lily algo triste

—Me asuste, te juro que pensé que me ibas a decir algo peor. Como que te caía mal o algo así.—respondió Ali después de tener un grito ahogado

—Entonces... no te molesta?—dijo Lily

—No, me di cuenta de como lo mirabas, Lily. Se que él te gusto mucho antes que a mi, y siento no haberme dado cuenta antes, solo quiero decirte que te cuides, por favor. No quiero que él te quite tu brillo.—respondió Ali con una gran sonrisa en su cara.

—Te prometo que no lo hará.—dijo Lily con algo de lágrimas en sus ojos, y luego abrazó a Ali con fuerza—eres buena amiga, sabes?—dijo

Y de pronto Daniel Larusso llegó

—Lo siento, interrumpo algo?—dijo Larusso

—Si, como siempre.—respondió Lily secándose las lágrimas

—Ignórala, cuando está sensible se pone así.—dijo Ali

—Siempre esta sensible o...?—respondió Daniel

—Para tu información, tendré una cita con Johnny Lawrence, así que será mejor que te cuides.—dijo Lily

—No tengo nada que temerle, bueno, ahora.—respondió Daniel

Unas horas más tarde, Lily ya estaba en su casa, arreglándose mientras esperaba a que sean las 8:00

—Mamá, voy a salir con un amigo.—dijo Lily

—Con qué amigo?—respondió su mamá levantando una ceja —No nos decías eso desde que terminaste con Jacob.

—No es nada importante... se llama Johnny Lawrence.—respondió Lily con una sonrisa

—Johnny Lawrence! Claro, soy amiga de su madre. Es un buen chico.—hablo la mamá

—Bueno, ya vinieron por mi, nos vemos!—dijo Lily mientras abrazaba a su mamá y se iba

Lily salió de su casa, algo temprano pero quería evitar esa conversación incomoda que estaba teniendo con su mamá. Espero unos minutos y llego Johnny.

—Hola!—dijo Lily mientras Johnny salía de su carro

—Hola Myers, te ves bien.—respondió Johnny

—Gracias.

Johnny abrió la puerta de el copiloto para que Lily se sentara y luego él se sentó y comenzó a manejar mientras hablaban de temas distintos, hasta que Johnny dijo algo

—Bueno... te puedo hacer una pregunta?

—Claro, dime.

—Desde cuando te mueres por mi?—le dijo Johnny con una sonrisa coqueta en su cara

—Perdón? Hasta ahora nunca, chico serpiente. Tu eres el que muere por mi.

—Ah si?—dijo Johnny mientras que Lily asentía

—A dónde me llevarás?—dijo Lily con una sonrisa traviesa y cambiando de tema

—Ya verás...—dijo Johnny siguiéndole la corriente.

Al llegar al lugar, que se llamaba GOLF N' STUFF, Johnny y Lily fueron a todos los juegos posibles, donde sacaron bastantes tickets. Fueron al minigolf, a los carritos y se notaba que se estaban divirtiendo.

—Sabes? Realmente pensé que sería aburrido, crei que invitarías a tus cobra kais con sus chicas de plástico.—dijo Lily mientras comía un helado

—Nah... eso es cuando quería impresionar a chicas.

—Ah? Ósea no me quieres impresionar?—Dijo Lily sonriendo

—No, no es eso. Es que tu... eres diferente.—Dijo Johnny mirándola a los ojos por un momento.

—Eh... y bueno, que vamos a hacer con los tickets?—dijo Lily luego de sonreírle

—Podemos comprar un peluche.—respondio Johnny

Johnny y Lily fueron al mercado de peluches, dieron todos sus tickets y la vendedora señaló los peluches que podían comprar

—Quiero el delfín.—dijo Lily

—Me parece bien.

Al terminar el día, Johnny dejó a Lily en su casa y antes de que Lily bajara lo miro y le dio una linda sonrisa, cosa que a Johnny siempre hacía que se vuelva loco por dentro.