ꜰᴏᴏʟ ꜰᴏʀ ʏᴏᴜ ᵛⁱᵒˡᵉᵗᵃ ʰóᵈᵃʳ σт２０２３

𝟴 (GALA 2)

Después de dar varias vueltas por la cama estas últimas dos horas decidí levantarme e ir hacia los vestuarios para mirar la hora en el reloj que tenía guardado en mi mochila para que no se perdiera. Las 6:48 de la mañana.

Quise ducharme pero pensé que el ruido podría molestar a mis compañeros, así que decidí salir a la terraza a ver el amanecer agarrando una sudadera negra ancha.

Me senté en el sofá hasta que llegasen las 7:15 para observar el amanecer, y en cuanto me senté vi cómo un rayo azul aparecía entre las nubes del cielo oscuro. Era una tormenta.

Me quedé observándola y se me ocurrió sacar el teléfono y empezar a grabar más cerca de la ventana, amaba los días de tormenta.

Cuando pillé un buen vídeo, volví a sentarme en el sillón guardando el teléfono y comencé a escuchar las gotas de la lluvia cayendo suavemente sobre el cristal del balcón cerrando los ojos buscando relajarme cuando oí que la puerta del balcón se abría.
Miré a la derecha y vi a Martin sentándose a mi lado. Yo rodeé sus hombros con uno de mis brazos y nos quedamos en silencio disfrutando la compañía del otro mientras oíamos la lluvia y los rayos caer.

－Sabes que puedes hablarme de lo que sea, ¿verdad?－ oí que dijo. Yo hice un puchero y le miré para abrazarle.

－Lo sé. Espero que tú también sepas que me puedes hablar en cualquier momento, me dan igual la hora y el momento. － él sonrió y me abrazó de vuelta. Nos quedamos en un silencio cómodo de nuevo cuando la puerta se abrió y tanto Violeta como Juanjo entraron por ella.

－¿Por qué hay tanta gente despierta a esta hora?－ dije soltando una risa.

－Nos desvelamos y no pudimos volver a dormir. Vi que Martin salió y al ver que tardaba mucho fui a buscarlo y se me acopló esta. － dijo mirando a la pelirroja que había a su lado.

Miré a Martin y le subí las cejas discretamente, pues sabía que el chico que habló le atraía bastante. Él sonrió y miró hacia abajo sonriendo.

－Pues quedaros aquí si queréis. － dije mirando a Martin quien asintió.

Violeta fue a sentarse al lado de Martin pero Juanjo se adelantó y se sentó él amtes. Yo reí y le di una mirada a la chica que al instante entendió todo.

Vimos los cuatro el amanecer a medias porque los dos chicos se miraban mútuamente cada dos segundos.
Miré a Violeta y con esa mirada entendió todo.

－Bueno, tengo que contarle algo a Vio, ahora después volvemos. － dije mientras los dos nos levantábamos. Yo le guiñé el ojo a Martin y el me sonrió.

Salimos por la puerta y Violeta habló.

－No vamos a volver a la terraza, verdad?

－Claro que no, nos matan como nos acerquemos lo más mínimo. － ambos reímos.

Fuimos a la sala de ensayos y nos sentamos en el suelo. Yo me senté en pose de indio y apoyé mi espalda en los espejos que habían detrás. Vio decidió sentarse apoyando su espalda en mi pecho y yo me congelé sin saber qué hacer para que no resultase incómodo para ninguno de los dos. Opté por dejar las manos apoyadas en el suelo.
Ella apoyó la parte de atrás de su cabeza en mi hombro y cerró los ojos mientras yo la admiraba, era preciosa tanto por fuera como por dentro.

No, no puedo estar tan flechado en menos de un mes, ¿verdad?

Unos minutos después noté cómo su respiración se calmaba más y más, se durmió. Yo la sujeté pasando mi brazo por su cintura cerrando el puño para no incomodarla.

Pasaron varios minutos y decidí despertarla para que fuese a la habitacion, se le notaba incómoda.

－Vio. － susurré para despertarla pero no molestarla. Repetí su nombre de la misma forma varias veces hasta que despertó desorientada. Yo reí suavemente. －venga, vamos a la habitación. － ella se levantó y esperó a que yo hiciese lo mismo.