Seguí el sonido por un buen rato, era complicado caminar por los constantes desniveles del suelo, las piedras, el pasto demasiado alto, y todo eso que encuentras en un terreno baldío. Ahí estaba. Ví el resplandor, lejos , muy lejos. Las voces se oían cada vez mas fuerte, a medida que me acercaba.Las recuerdo perfectamente, aún retumban en mi cabeza. Caminé y caminé. El cansancio se apoderaba de mis piernas, pero no me importó.
Llegué donde estaba esa gente, Wow, si que era extraña. Ni yo soy tan rara. Hacían un baile super rarito con cantos que parecían mantras, en un idioma desconocido por mi. Daban un poco de miedo a decir verdad. Pensé en mi objetivo inicial del viaje, divertirme y conocer lugares nuevos, una experiencia diferente, un viaje de película, algo que recordar cuando esté vieja, inmóvil y sin hijos que me lleven de viaje. Y eso voy a hacer, pensé. No pedí ayuda con mi vehículo y me metí en la ronda de baile y canto, al rededor del fuego. Esperen, había luna llena..¿Sería ese un ritual? que tonta fuí. Tendría que haber pedido permiso o algo así, no?
El arrepentimiento ya no servía de nada. Abandonaron la actividad, sea la que sea, que estaban realizando para atraparme, tapar mis ojos y traerme donde estoy ahora, quien sabe donde. Fue un momento muy violento y desesperante.
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¿Cómo salir del laberinto?
Short StoryInspirada en Ciudades de Papel, esta pequeña historia relata una nueva aventura de Margo. Este corto relato surgió a partir de una tarea escolar, pero me gustaría compartirla.