El murmullo de la sala era como una melodía distante, un trasfondo que apenas lograba atravesar mis pensamientos. La luz cálida iluminaba los rostros de mis colegas, pero yo solo tenía ojos para él. Brandon. Su figura se alzaba entre el gentío, alto y seguro, con un traje azul marino que realzaba su complexión atlética. Su cabello oscuro caía desordenadamente sobre su frente, y esos ojos azules... había algo en ellos que me intrigaba.
Había pasado todo el día anterior prometiéndome a mí misma que demostraría su inocencia, que no permitiría que lo arruinaran. Pero en este momento, mientras me acercaba a la mesa del bar, sentí cómo mi corazón latía un poco más rápido.
–Blair–dijo Clara, una colega con cabello rubio platino y una sonrisa deslumbrante, interrumpiendo mis pensamientos.–¿Te gustaría un trago?
–Sí, por favor– respondí, tratando de mantener la calma.–Un vino tinto.
Mientras Clara pedía las copas, no podía apartar la vista de Brandon. Se movía con una gracia natural, hablando con un grupo de hombres que lo rodeaban como si fueran sombras a su luz. Era innegable: tenía un magnetismo que atraía a todos, aunque no podía decir que me sentía completamente cautivada. Más bien, había algo en su actitud segura que despertaba mi curiosidad.
–¿Estás bien?– preguntó Clara, notando mi distracción.
–Solo pensando en cómo demostrar que Brandon es inocente–murmuré, sin apartar la vista.
–¿Estás segura de que quieres meterte en eso? La gente está hablando...–Clara hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas. –Él tiene una reputación complicada.
–Y yo tengo la determinación de descubrir la verdad– respondí con firmeza.–No puedo dejar que lo hundan sin pelear.
Finalmente, Clara me entregó mi copa y, justo en ese momento, Brandon se dio la vuelta y nuestros ojos se encontraron. Era como si el tiempo se detuviera. Su expresión era una mezcla de sorpresa y diversión.
–Blair–dijo con esa voz profunda que siempre tenía el poder de captar mi atención.–No esperaba verte aquí tan pronto después de nuestra conversación.
–Siempre estoy donde hay desafíos– respondí, sintiendo cómo mi confianza se reafirmaba.–Y tú eres uno de los más grandes.
Él sonrió, esa sonrisa que iluminaba su rostro.
–¿Desafío? ¿Te refieres a demostrar mi inocencia?
–Exactamente–contesté, acercándome un poco más.–No voy a dejar que te culpen sin pruebas sólidas.
–Me gusta tu determinación– dijo él, inclinándose ligeramente hacia mí.–Aunque debo admitir que me preocupa un poco. No quiero que te metas en problemas por mi culpa.
–¿Problemas?–repliqué, alzando una ceja.–Soy más que capaz de manejarme sola. Y tú deberías saberlo.
–Lo sé– respondió él, con una sonrisa traviesa.–Pero no puedo evitar querer protegerte.
–Eso es lo último que necesito– le dije con firmeza, aunque una parte de mí disfrutaba ese deseo de protección.–No soy una damisela en apuros.
–Lo sé– insistió él, con un tono serio que me hizo cuestionar su sinceridad.–Eres una fuerza de la naturaleza. Pero a veces, incluso las fuerzas de la naturaleza necesitan apoyo.
La tensión entre nosotros era palpable, pero no era del todo romántica; más bien era un desafío intelectual, un tira y afloja que me mantenía alerta.
–Así que, ¿qué planeas hacer para demostrar tu inocencia?– le pregunté, cruzando los brazos con un aire desafiante.
–Voy a demostrarles que están equivocados–dijo Brandon con confianza.–Y tú serás parte de eso.
–¿Yo?– exclamé, sorprendida y algo escéptica.–¿Por qué debería involucrarme más?
–Porque sé que juntos somos imparables–dijo él, acercándose un poco más.–Y porque confío en ti.
Su mirada intensa me atravesó como un rayo, y aunque no podía negar que había algo atractivo en él, no iba a dejarme llevar por eso. En ese instante, comprendí que este no era solo un juego; era una batalla de voluntades donde ambos estábamos dispuestos a arriesgarlo todo.
–Entonces hagámoslo– respondí finalmente, sintiendo cómo mi instinto competitivo despertaba con fuerza.–Pero no esperes que sea fácil.
–Nunca he buscado algo fácil– dijo él, sonriendo con esa chispa desafiante en sus ojos.
Con un brindis silencioso entre nosotros y la promesa de lo que vendría, sabía que este reencuentro no sería solo sobre demostrar su inocencia; sería sobre descubrir hasta dónde estábamos dispuestos a llegar el uno por el otro.
La sala seguía vibrando con risas y conversaciones ajenas, pero ahora había un nuevo objetivo en el aire: la verdad. Y mientras nuestras miradas se mantenían firmes, supe que esto apenas comenzaba.
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Cadenas de Poder
Mystery / ThrillerBlair, una abogada brillante y manipuladora, se enfrenta a un caso de alto perfil que la lleva a un oscuro mundo de BDSM. Atrapada entre el deseo y el control, descubre secretos que amenazan su carrera y su vida. En un juego de seducción y traición...