Una dura realidad ⛓️ Origines de Elysian

4.- Una mañana diferente

— "Todo lo que siempre has querido está al otro lado del miedo." ༒ ( George Addair. )

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Un asombroso sonido despierta a Elysian durante una mañana nevada, el sonar de una campana a la distancia, ya ha pasado una semana desde su llegada con el señor Wilfrid y su hija Zafir, en esta mañana, el anciano le pidió a Elysian que lo acompañase a comprar algo de frutas al mercado, cosa que Elysian no logro entender ¿Tendría que salir? pues así es, el anciano le preparo un conjunto de ropa mas común para aquellas zonas, y también un sombrero algo estirado, para ocultar sus cuernos, y así fue, como en este día, Elysian recorrería un pueblo humano, al cabo de 30 minutos de caminata, llegaron finalmente a su destino, incluso saliendo levemente de la zona nevada, lo que provoco una euforia de Elysian al ver el césped verde, flores de colores que solo podía imaginarse, acercándose a ellas, y comenzando a olerlas fuertemente, lo que provoco que el anciano sonriera al ver tal interacción, hasta que Elysian inhalo tan fuerte que respiro una pequeña abeja y se le metió en la nariz, cosa que le provoco irritación y de tal manera, reacciono con un fuerte estornudo que lo hizo caer de espaldas, y esta vez el anciano no pudo dar unas pocas carcajadas, para acercarse a Elysian y llevárselo al mercado, donde al llegar, vio mucha comida que jamás había probado antes, Fresas, manzanas, melones, peras, patatas, eran demasiadas cosas, y por naturaleza, Elysian quería un poco de todas ellas, lo que el anciano le consintió comprando una de cada una para el, pero con la promesa de que las comería una vez lleguen de vuelta a la cabaña.

Después de un buen rato, Elysian sintió una mirada rara a la distancia, al darse vuelta era alguien en una capucha que lo veía desde la distancia, lleno de curiosidad, sin mencionarle nada al anciano, fue detrás de esa curiosa figura, atravesando a las personas, mientras se sostenía el sombrero con fuerza y cautela, hasta llegar a un callejón, donde aquella persona, de su tamaño, parecía meterse dentro, este comienza a apresurar el paso.

Elysian : ¡H-hey espera! — Fue ahí entonces donde tropezó con un pequeño desperdicio de frutas, cayendo al suelo, y antes q se pudiera levantar, giro su mirada hacia arriba, viendo que la persona de la capucha no era nada mas ni nada menos que una chica, la cual le estaba ofreciendo la mano, para intentar ayudarlo a levantarse. —

Solo pudieron verse fijamente por un par de segundos, Ojos avellana y pelo verde como el césped, Elysian, quien no sabia que decir, tratando de formular algunas palabras, pero solo diciendo murmullos en voz baja mientras le veía, provocando que aquella chica emitiera una leve risa, para luego con su dedo índice tocarle la nariz a Elysian y mencionar las siguientes palabras.

???? : Tu y yo, somos iguales — Después de eso, solo pudo sonreír, y luego salir corriendo de aquel lugar, y Elysian no se quedaría atrás, se levanto con rapidez para intentar seguirla, pero volvió a resbalar con la misma fruta de hace un momento, al momento de levantarse y salir de allí, vio en todas sus direcciones pero no pudo ver en que dirección se había ido aquella chica, cuando de pronto el anciano lo encontró, un poco preocupado le pregunto que porque se había ido, y Elysian solo pudo decir. —

Elisión : Es que. . . Hoy es... una mañana diferente — El anciano no  logro entender el porque de sus palabras, pero sin darle mas vuelta, volvieron a su hogar, sin embargo, mientras se estaban yendo del pueblo había 2 entidades cubiertas con capuchas que los veían desde la distancia —

???? ( entidad 1 ) : En definitiva si lo es, sin embargo, que este con ellos es un gran problema ¿No lo crees?

la segunda entidad estaba subiendo el tejado, pues sin necesidad de voltear, supo que su compañero estaba subiendo aquella casa, sin embargo, venia adolorido, y al parecer estaba sangrando mucho, no, de hecho, alguien le había cortado la mano desde la muñeca, la otra entidad le pregunto que había pasado.

???? ( Entidad 2 ) : Es claro que ese anciano sigue siendo el mismo, ni siquiera pude acercarme al chico, no solo me corto habiendo civiles de por medio, si no que ni siquiera pude evitar su corte, debemos avanzar con cuidado, y no solo eso, también vi a la mocosa, si ella esta interesada, es definitiva ese niño no es normal, incluso para ser un... Maldecido

Volviendo a Elysian y Wildrif, estos ya habían llegado a su hogar, donde Elysian comenzó a comer las frutas de manera compulsiva, pero saboreando sus sabores tan diferentes, era un paladar para el, a pesar de que no eran muchas, mientras Elysian comía en la sala, el anciano salió un momento a tomar algo de aire fresco, y sin percatarse, tenia a su hija a su costado izquierdo, procedamos a detallar al anciano, posee ojos marrones claros, piel pálida y abundante barba y pelo plateado, una barba desordenada y descuidada y un pelo tan largo lo suficiente para hacer una trenza enorme, imagen de referencia :

Wildrif : Al parecer también te percataste ¿No es así Zafir? antes que me digas algo, debes saber que esto era necesario, el chico estuvo asustado y llorando durante 5 días debido a lo que le paso, no podía simplemente dejarlo así, tenia que ver que el mundo es algo mas grande de lo que el ha visto, así no que me arrepiento, a pesar de que eso nos haya comprometido.

En cuanto a Zafir, su hija, la cual tiene un pelo plateado igual que su padre, unos ojos como si fueran de un gato, teniendo una iris naranja y un sombreado leve en sus ojos también de color naranja, imagen de referencia.

Zafir : ¿Y ahora que piensas hacer? si esos sujetos vienen acá, no seremos suficientes ni para derrotarlos, ni para defender al niño, aun es muy débil, y tu te sigues volviendo mas y mas viejo, a este ritmo, y sabes que yo no lo cuidare en tu ausencia, fue tu decisión.

Wildrif : ¿No es sencilla la respuesta? Solo tengo que entrenarlo, después de todo, el es un Maldecido, no será difícil  — la respuesta del anciano ha dejado perpleja a su hija, quien se sorprendió por su respuesta, pues se trataba de que lo iba a entrenar, algo que jamás pudo imaginar.  —