99% || El Mariana

10. Déjalo

—Ya puedes pasar, Ally.

Levanto mi mirada encontrándome a mi psicóloga, Lola.

Ingreso a la habitación y me siento en la silla frente a ella.

—Buenas tardes, Ally. ¿Cómo ha estado todo?

Suspiró levemente.

—Pues han pasado muchas cosas — contesto.

—Cuéntame todo.

Y exactamente así es como le cuento todo lo que ha pasado con Osvaldo.

—No sé qué hacer, no sé si debería hablar con él y pedirle una explicación porque sinceramente una parte de mi si la necesita, pero no sé si estoy lista para escuchar lo que tiene que decir — suspiro con la voz temblorosa.

Ni siquiera la quiero ver a la cara porque ya sé que me lo estoy tomando muy personal.

—No te compliques, Ally — menciona — No necesitas explicaciones porque aparte de que no es momento, no te debe ninguna explicación — voy a replicar cuando ella habla —No fueron nada, solo coqueteaban, Ally.

Bajo mi cabeza soltando un leve suspiro.

Lo se.

Pero para mí si existió algo.

—Para mí no fueron solo coqueteos — sentencio.

—Pero para él sí.

Y sí.

¿Para él solo fui una más?

Si.

—Pero, Ally tampoco puedes huirle, si te va a hacer daño, déjalo, que lo haga y si lo hace para eso estoy yo.

—Pero… ¿Cómo?

—Vívelo, dentro de tus límites, no puedes huirle por siempre al amor por miedo a que te lastime, déjalo que te lastimen. es parte de vivir, Ally.

La miro un segundo más.

—Juega a su juego. Vívelo al máximo, déjalo que rompa tu corazón.

[…]

—¡Ya llego Ally! — grita Ari quien abre la puerta del set up de Juan.

Todas las miradas se dirigen a mí, especialmente la de él.

Sonrió, me acerco a cada uno y los saludo.

—Llego la más esperada — menciona Juan.

—Te tardaste — susurra Osvaldo en mi oreja cuando lo saludo.

—Estaba en una cita médica — contesto — Perdón por la tardanza.

—¿Estás enfermita? — pregunta Filis.

—No, estoy bien.

—Siéntate aquí — Juan se levanta de su silla y me la sede.

—Gracias — susurro.

Me siento, miro a mi lado que esta Osvaldo y sonrió.

“Déjalo que rompa tu corazón”

Esa frase retumba en mi mente una y otra vez cuando lo veo.

—Toma, Ally — Ari me extiende una cerveza en lata que estaba tapada con papel por las normas de Twitch.

Juan nos había invitado a hacer un chupistream para su canal.

Miro a mis amigos mientras hablan y noto como algunos ya tienen sus mejillas rojas, si seguían bebiendo se iban a emborrachar.

—Ally — salgo de mis pensamientos y miro a Rivers — ¿Alguna vez te enamoraste de alguien?

Que pregunta…

—Si, pero fue hace mucho — miento.

—Entonces si se enamoró, tiene que tomar — enuncia la rubia.

Niego con una sonrisa y bebo un poco.

Así siguen la ronda de preguntas.

[…]

No puedo evitar reírme ante lo que dicen los chicos.

—Te ves linda sonriendo — miro de reojo al chico de lentes.

Se que está bastante tomado.

Mi semblante cambia y se que se dan cuenta, no le digo nada y simplemente me quedo seria viendo a la cámara.

Él lo nota y veo como su actitud cambia.

[…]

Todos se levantan de sus sillas, Juan estaba por apagar stream y nos íbamos a tomar una foto grupal.

No quiero que él se ponga a mi lado.

No lo quiero ver.

Porque soy débil a él.

Demasiado débil, más de lo que me gustaría admitir frente a mis amigos.

—Ally, ven acá — me llama Ama.

Intento ir a su lado, pero en eso siento posa su mano sobre mi cintura y da un leve apretón.

Doy un salto y cuando menos lo pienso mis piernas ya están temblando.

Veo a Osvaldo a mi lado.

—No hagas eso — suelto secamente.

—¿Por qué? — cuestiona con un semblante serio.

—Porque me da cosquillas y no me gusta — miento.

Saco su mano de mi cintura y me acerco a mi amiga.

Suspiro.

Quiero abrazarlo.

Quiero dejar de ignorarlo y sé que esto me duele más a mí que a él, pero no quiero dejar que rompa mi corazón, no creo aguantarlo.

No quiero cruzar la línea y luego salir lastimada.