Fifth day│ 6 ✧ # 🤿

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El sol nuevamente salía y golpeaba las ventanas del hotel, iluminando el interior de las habitaciones incluso a través de las cortinas

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El sol nuevamente salía y golpeaba las ventanas del hotel, iluminando el interior de las habitaciones incluso a través de las cortinas. La luz que entraba apenas por un hueco entre las cortinas de la habitación iluminaron el rostro de Beomgyu, causándole hacer una mueca.

Espera, ¿habitación?

De repente el sueño desapareció de su cuerpo y se sentó de golpe en la cama, notando una serie de cosas que le confirmaron los hechos del día anterior: 1- Estaba en una habitación del hotel, 2- La ropa le faltaba, 3- Tenía un casi insoportable dolor por todo el cuerpo y 4- Tenía un brazo rodeándole la cintura, y él definitivamente no tenía tres brazos.

La realidad le golpeó con una ola de calor por su rostro incluso sabiendo que Yeonjun dormía, cubrió su rostro con la sábana deseando desaparecer en ese instante, en sus años de vida había imaginado que acabaría en una situación como esa.

Aunque pensándolo bien, en realidad no se arrepentía del todo.

Sus pensamientos estaban alocados al igual que su corazón por los nervios de recordar todo, sin embargo se vio sacado de su burbuja al escuchar la voz adormilada y algo ronca de su acompañante.

– ¿Qué haces despierto...? No son como... – pausó un momento para bostezar – ¿las 7 am o algo?

– ¿¡Qué?! ¿Tan tarde es?

Yeonjun se sentó en la cama, estirándose un poco, la repentina acción haciendo que por impulso, Beomgyu cubriera su cuerpo aún más con la sábana, sacándole una risa al contrario.

– ¿Qué haces?

– ¡Cubriéndome! – expresó en un tono levemente irritado, aunque en realidad era para cubrir su nerviosismo.

– Ayer no-

– ¡Cállate, cállate! Qué vergüenza – su tono cambió a uno avergonzado, nuevamente Yeonjun rió.

– ¿Quieres vestirte? Me taparé los ojos si quieres – aunque su tono era divertido, de todas formas se cubrió los ojos – puedes destaparte, no te miraré.

Tímidamente el menor descubrió primero su cara para comprobar que sus palabras eran genuinas, al notar que efectivamente se estaba cubriendo los ojos, suspiró con alivio y se levantó de la cama para buscar sus prendas. Cada paso que daba podía jurar que un hueso diferente le crujía y el dolor en gran parte de su cuerpo era imposible de ignorar, pero era... soportable—en realidad no—.

Unos cuantos minutos después de sufrir, finalmente volvió a hablar – Ya está...

Yeonjun asintió a sus palabras y finalmente destapó sus ojos, sonriéndole de una manera dulce y haciendo a Beomgyu casi derretirse en su lugar. Con una sonrisa así, la verdad es que entiende muy bien lo del día anterior.

– Eres muy lindo – sus sonrisa se tornó dulce, y hasta algo coqueta, causando un sonrojo en las mejillas de Beomgyu.

– Ya...

Tidal inn ໑ yeongyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora