Are you afraid of death?

Trastornado

Cinco caminó hasta su apartamento. Fue un día relativamente normal, solo tuvo que investigar una secta de locos no tan locos.
Entró a su hogar. Colgó el saco en el perchero y se quitó la corbata. Se dejó caer en el sofá, se cubrió los ojos con el brazo y suspiró.

—¿Día pesado? —preguntó la mujer sentada en el sillón enfrente de él. Ella tenía las piernas cruzadas y actuaba con aire de superioridad

Cinco se descubrió el rostro y la miró.

—¿Desde cuanto está aquí? —preguntó

—Desde que llegaste —respondió mirándolo arrogantemente

—Eso es allanamiento de morada —ella se encogió de hombros

—Entonces llama a la policía

—Debo admitir, agente Kerbee —se comenzó a levantar del sillón para acercarse a ella— Cada vez mejora sus tácticas de sigilo —se arrodilló y se metió entre sus piernas— Ya ni siquiera me doy cuanta cuando te levantas de la cama —murmuró coqueto mientras se levantaba un poco para besarla.

Ella le correspondió tomándolo de las mejillas.

—¿Irás con tus hermanos? —Ella preguntó. Cinco se separó del beso suspirando y se sentó en el piso

—Sí, creo que sí —dijo no muy convencido— supongo que me vendrá bien pasar un tiempo de familia... Tengo una idea —la miró con sus hermosos ojos verdes— ¿Qué tal si me acompañas? Distraerte un poco será bueno también para ti

—Tal vez

...

—¿Y por qué fue? ¿Desfalco, estafa piramidal? —le preguntó Cinco a Ben mientras ambos estaban recargados en la piscina de pelota.

Al final sí había asistido a la fiesta acompañado por su novia quien estaba platicando con algunas personas.
Trataron de disfrutar el momento, pues generalmente estaban demasiado ocupado con sus trabajos.

—Criptomonedas —Respondió un poco más animado— Web3. 0, baby. Me persiguieron solo porque soy un renegado, un rebelde como Elon

—Sí, y porque llevaste a la quiebra a 10, 000 personas

—Solo fue una casería de brujas

—Sí, bueno. Como sea, me alegra verte, salud —ambos chocaron sus cervezas

—Escuché que tu prosperaste —Ben vio a Alex quién estaba intentando ayudar a Lila, después miró a Cinco con cierta complicidad— Es sexy

—Ten cuidado con tu boca —Respondió serio pero después sonrió— Es genial... tuve suerte de encontrarla, se llama Alex, por cierto

—Es encantadora, quizá vaya a presentarme después

—Ni se te ocurra

—¿No se supone que no puedes salir con alguien que también trabaje en la CIA?

—Sí, bueno... No coincidimos, su trabajo es diferente al mío, además, soy amigo del director —dijo orgulloso

Luther salió de la piscina de pelotas, en un patético intento de asustarlos.

—Ja, que susto, ¿eh? —rio— Ay, anímese, no estábamos juntos hace años