Reino de oscuridad( en proceso)

Capítulo 9

Violet violet, en que te has metido.

Me separo de la puerta y observo la habitación. Es un espacio grande, las paredes son de un azul oscuro, casi negro. Hay una cama grande pegada a la pared del frente y una mesa de noche al lado derecho de la cama, también hay una ventana de rejas que abarca casi toda la pared izquierda. Y junto a la ventana hay un sofá grande con cojines de color azul. Camino hacia la ventana y me siento en el sofá, la vista desde aquí en increíble, puedo ver el pueblo por donde pasamos para llegar aquí, hay montañas cubiertas de nieve y un bosque que parece no tener fin.

Un fuerte rugido hace que me separe de la ventana de golpe, mi corazón se acelera y todo mi cuerpos se tensa, veo como algo se acerca a la ventana a toda velocidad, así que entro en pánico, lo único que puedo hacer es correr a la pared del frente y agacharme, levanto mis piernas y meto la cabeza en mis rodillas y cierro con todas mis fuerzas mis ojos, esperando que llegue esa cosa y me coma.
Pero nunca llega, en cambio siento como algo pesado cae en el techo de la torre. Saco la cabeza de mis rodillas y lentamente me levanto, mi corazón está por salirse de mi pecho, a medida que voy caminando a la ventana mis piernas tiemblan, todo mi cuerpo lo hace. Cuando llego a la ventana reúno todo el coraje del mundo y saco la cabeza por una de las rejas. Las rejas están muy separadas, tanto que todo mi cuerpo cabria por ellas.

Bien jugado, alguien se lo pensaría dos veces antes de tratar de escapar, ya que la altura desde aquí es inmensa. Un error y estarías muerto.

Muevo la cabeza a la derecha pero no hay nada, la muevo ahora a la izquierda y tampoco está ahí. Escucho un gruñido y me paralizo, vale ya lo encontré. Poco a poco miro hacia arriba y lo veo, ahí está el o ella acostado sobre la torre observándome, sus escamas negras son como un camuflaje con las paredes del castillo. No puedo quitar la vista del dragón, el pulso se me dispara y mi cuerpo se calienta. El no me hace nada, solo me ve, el dragón ladea la cabeza a un lado y juraría que lo que veo en esos ojos amarillos es curiosidad. Bueno creo que ya he llegado a la locura total.

Saco la cabeza de las rejas y vuelvo a estar dentro de la habitación, camino hacia la cama y me siento. No me imagino el poder que debe tener el rey, que hasta los dragones hacen lo que el quiera. Y pensar que mañana lo volveré a ver.

De solo pensarlo me estremezco.

Unos golpes en la puerta hacen que salga de mis pensamientos. Mi cuerpo se tensa automáticamente. Quien será?

Vuelven a dar pequeños golpes y no respondo, me levanto de la cama y me acerco lentamente a la puerta.

—Quie.. quien es-digo con la vos entrecortada y cargada de miedo. Dios mío que no sea el.

—Soy la doncella que ha enviado el rey para que la ayude-dice una voz femenina desde el otro lado de la puerta.

Mi cuerpo tenso se relaja y suspiro agradecida. Le abro la puerta y ella entra a la habitación. Es joven y bonita, su piel morena y los rizos en su cabello la hacen ver increíble.

Ella me mira y veo como me detalla, la pobre debe estar asqueada por ver mi estado en este momento, pero no veo ningún signo de asco en su cara, ella me sonríe amablemente y estira dos vestidos para que los vea.

—Lo siento-le digo apenada—. Estoy horrible

Ella niega

—Solo un poco sucia, nada que un baño largo no pueda solucionar.

Sonrió y asiento, es muy amable. Casi quiero llorar, desde que llegue aquí todos me han odiado.

Ella entra al baño y luego de un rato escucho el agua cayendo.

—El baño está listo-dice saliendo de este

Asiento y entro al baño con ella detrás de mi. Me muevo incómoda, pues no me gusta estar desnuda delante de nadie, creo que por eso creo que seré virgen toda mi vida. Ella nota mi incomodidad y asiente saliendo del baño.