Un milagro de los dioses || Ramses x Moises

Capítulo 5: La decisión del faraón

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【Unos momentos antes】

— Vamos Moises - dijo Ramses con una sonrisa mientras tomaba la mano del menor.

Moises miro a la princesa, quien asintió con una sonrisa.

— Vamos Ramses - le sonrió al rey como despedida y se fue junto a Ramses.

El rey y la princesa observaron a ambos niños alejarse. 

— ¿A qué vamos a jugar? 

El mayor miro por todos lados, y al notar que nadie los vigilaba sonrió. 

— Vamos al carro, quiero verlo de cerca, y también a los caballos.

— ¿Podemos?

— Claro que si Moises, eres el hijo de mi hermana, y yo soy el futuro rey de Egipto, podemos hacer lo que queramos. 

Moises asintió y dejo que Ramses lo llevara donde estaba el carro aun atado a los caballos. 

Sin embargo, el pequeño empezó a arrepentirse de su decisión al notar lo grande que se volvían los caballos mientras más se acervaban. 

Cuando estaban a solo un par de metros. Dejo de caminar. 

— ¿Que pasa Moises? - dijo un poco frustrado el mayor. 

— Tengo miedo - respondió casi en un susurro - quiero volver. 

Ramses estaba por gritarle que no fuera un cobarde, hasta que noto el miedo en los ojos del menor y el como parecía que estaba a punto de irse corriendo. 

— No tengas miedo Moises, yo te voy a proteger siempre - lo tranquilizo con una sonrisa mientras apretaba la mano de su amigo. 

Moises aun parecía indeciso, después de todo, Ramses era solo un poco mas grande que el. O al menos eso creía. 

— Escucha, soy el próximo rey, y algún día ese carro y esos caballos serán mios, los caballos no te harán nada porque deben de obedecerme como su futuro soberano.

Ramses, que aún tenía 6 años y no entendía varias cosas del mundo. Dijo todo aquello con total confianza. 

Y el menor, quien aún no tenía tan desarrollada la capacidad para razonar. Todo lo dicho por el mayor le sonó logico. 

— Esta bien. 

El príncipe de la corona sonrió, y siguió su camino hacia los caballos. 

Todo iba bien, observaron primero el carro, los detalles que este tenía y lo grande que parecía ahora que no se encontraban arriba de él, observaron los caballos y lo fuertes (mención de Ramses) y lindos (mención de Moises que ya no les tenía miedo) que estos parecían. En fin, se estaban divirtiendo. 

Hasta que Ramses tuvo la brillante idea de acercarse más e intentar agarrar una de las patas delanteras a un caballo. 

El grito de la reina llego muy tarde para alertar a los guardias o detener al príncipe. 

El caballo por instinto se asustó al sentir el toque del menor y empezo a saltar y patear. 

Ramses observo casi en cámara lenta como estaba a punto de ser golpeado por una de las patas del caballo.

Cerro los ojos y llevo los brazos a su cabeza esperando el golpe.

Golpe el cual llego, pero no de la forma en la que pensaba. 

Lo siguiente que se escucho fue el llanto y grito de los dos niños. Uno más fuerte que el otro y ocasionado por distintas razones. 

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