Durante la cuarta luna del año 112 d.c, una tormenta había azotado por días parecía que el cielo iba a caerse por el fuerte viento y como la lluvia caía en esos momentos, pero mientras eso sucedía afuera dentro de una habitación y en los pasillos del castillo se podían oír los gritos de dolor hasta que finalmente luego de dos días donde los maestres pensaban que la lady y su hijo no podría sobrevivir.
La rizada había logrado dar a luz, a dos pequeños saludables y muy fuerte había mencionado el maestre que estaba más cerca de ella cargando a la pequeña de los recién nacido y en cuanto los llantos de ambos bebés se escucharon, la mujer suspiró pero no solo sucedio eso aquel clima tan tempestuoso se habia calmado.
Lady Rhea Royce había dado dos vástagos en secreto de su antiguo matrimonio con el príncipe Daemon Targaryen, aún que solo los más allegados a ella sabían que estaba en espera. Pues no quería que nadie más supiera de esto habían pasado ocho lunas desde la última vez que lo había visto ya que oficialmente ambos se habían divorciado, aún que su "matrimonio" por momentos había amor era siempre un caos y lleno de infidelidades así que había sido lo mejor era lo mejor.
Sin pensarlo mucho, la mujer llamó a sus hijos Rhaelys y Rhaegar como había hablado en esas pocas ocasiones con el príncipe canalla de como querían llamar a sus hijos solo en honor a esos momentos.
El pequeño de cabellera rubia casi plateada, y hermosos ojos uno tan celeste como el cielo y otro violeta como un amatista con una tez blanca. Siendo una digno hijo de ambos padres pero con la personalidad de su madre
Y la pequeña no se quedaba atrás, tenía una cabellera castaña con rizos y al igual que su hermano unos hermosos ojos uno tan azul como el mar y el otro tan violetas como un amatista, junto a una tez blanca. igual digna hija de sus padres aún que con la personalidad de su padre
Luego del divorcio Daemon y nadie en King's landing había vuelto a saber de la lady de piedra de las runas, se había aislado completamente para dedicarse al cuidado de sus retoños mientras ella hacia eso su sobrino se dedica a ser su representante en los eventos importantes. Con el tiempo la castaña se volvió a casar y su nuevo esposo tomó a los hijos de ella como suyo criandolos como tal aún que esté supo quien era el padre biológico de los niños eso no le importo para criarlos como si fueran suyos.